Ferrocarriles del Paraguay S.A. (FEPASA) dejó de operar con trenes hace más de una década y quedó en el abandono total. Pese a las falsas promesas de los proyectos del tren de cercanía, del lago y otros, la realidad es que el ente administrado por Lauro Ramírez está quebrado, sus funcionarios están con sueldos atrasados desde hace meses, algunos con Covid positivo que no pueden ser atendidos en el IPS por falta del aporte de la patronal, ahora a todo esto se suma que el único bien histórico que tiene el Ferrocarril que es su museo está siendo rapiñado.

Varias denuncias policiales se hicieron sobre los hurtos que se dan en el museo, pero hasta ahora no hay ningún resultado.

El 27 de agosto del año pasado Guillermo Soria, un funcionario del Ferrocarril, se presentó en la Comisaría 3ra. de Asunción para denunciar que llegó a su lugar de trabajo -el museo histórico ferroviario- y encontró que la puerta había sido forzada y, tras hacer un recorrido por el sitio, detectó que fueron sustraídos dos relojes antiguos, un equipo telegráfico y un teléfono a magneto de color negro antiguo, todos propiedad del Ferrocarril y de un valor histórico incalculable, los cuales estaban sin ningún tipo de resguardo.

El museo está tan abandonado que no cuenta siquiera con cámaras ni otro tipo de seguridad, solo un guardia que ingresa a las 21:00 y se retira a las 5:45. El mismo tiene la misión de custodiar el predio del Ferrocarril que se encuentra en el centro de Asunción y fue justamente este custodio quien fue interrogado sobre el hurto y dijo que durante su turno no vio ni sintió ruidos de personas que ingresaron al sitio.

El 27 de noviembre del año también se dio un robo dentro en los galpones del Ferrocarril, según la denuncia policial que presentó Pastor Ferreira Ortiz, quien dijo que estando en compañía del guardia del turno de la noche divisaron a cuatro personas que estaban dentro de las oficinas del Ferrocarril, pero que cuando fueron a ver lo que pasaba los sospechosos huyeron. Al hacerse un control de las oficinas al día siguiente se encontraron que cinco puertas habían sido forzadas y que destruyeron el techo para huir, pero previamente sacaron el motor de una aire acondicionado y una mesa redonda que finalmente no pudieron cargar al ser descubiertos. De igual manera, hurtaron casi toda la conexión eléctrica del lugar, incluyendo cables y otras cosas más.

Debido al endeble control que hay en el predio del Ferrocarril, los ladrones en horas de la noche ingresan y se llevan objetos de gran valor histórico como los relojes, así como también muebles, cables, hierros o cualquier cosa que encuentren.

El sector que se encuentra detrás del Ferrocarril -conocido como «La Cachamba», que un tiempo fue alquilado para la explotación de un bar- actualmente está abandonado y en ese sitio existen también locomotoras, rieles de vías antiguas y otros objetos históricos que son saqueados. Los ladrones ya manejan que solo unos guardias están durante las noches y tienen bien estudiados sus recorridos, por lo que ingresan a las dependencias de FEPASA a cometer las rapiñas.

De a poco se van llevando objetos que tal vez no tengan un valor comercial alto, pero sí histórico y que están en un museo que no tiene ni las más mínimas medidas de seguridad que requiere un lugar como un museo. Los rieles y otros hierros que pueden sacar del lugar son comercializados tal vez en herrerías a bajo precio o vendidas a coleccionistas.

Los funcionarios también denuncian que se robaron 49 durmientes y rieles de las vías del tren, algunos de los cuales estaban en el predio que tiene FEPASA en el microcentro de Asunción y otros que estaban en diferentes sitios. El equipo de La Caja Negra constató que varios de estos durmientes se encuentran en la casa particular del Gerente General de FEPASA, Humberto Ortiz Bento, ubicada en un barrio cerrado de la ciudad de Aregua.

En la zona de la avenida Artigas, las vías del tren casi desaparecieron. Igual situación se da a lo largo del recorrido que hacía el tren por Luque, Ypacaraí y otras ciudades. Irónicamente, un funcionario dijo que “las locomotoras no se las llevaron porque son muy grandes nada más…”. De esta manera, un sitio como el Ferrocarril está siendo saqueado ante la pasiva intervención de las autoridades de FEPASA.

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