La forma de organización de la sociedad debería considerar que es importante que la gente tenga otra vida además de la laboral, salir a la noche. Justamente, un tema no suficientemente valorado es la «economía nocturna”, con todo el empleo y facturación que genera. Las grandes ciudades sí lo entienden.

 

El economista Amilcar Ferreira expuso que en todo el mundo existen dos tipos de ciudades: las que tienen solo economía diurna y las que además desarrollan la economía nocturna. Esta última amplía la economía total, generando más empleo y actividad económica. Expresó que para darse esta doble economía, la cual tiene una doble ventaja al crear mayor empleo, se tiene que contar con un detalle: que la actividad laboral en el día no arranque muy temprano.

“En los vecinos países, Argentina, Brasil y Uruguay, en promedio la actividad diaria inicia a las 09:00 horas. Mientras que Asunción es diurna, ya que arrancamos a las 07:00 horas, lo que implica que debemos levantarnos a las 05:00 o las 06:00 horas”, mencionó en charla con HOY.

Según el experto, nosotros contamos con una vida nocturna muy escasa, ya que solo tenemos una buena salida por las noches durante los viernes y sábados, porque muchos saben que al día siguiente pueden despertarse más tarde de lo habitual.

“Uno no puede darse el lujo de salirse y esto priva de desarrollar esa cultura, el esparcimiento con la familia o los amigos, ir al teatro, cine. Es importante como sociedad e individuos no perdernos la oportunidad de desarrollar esa economía. La salida tiene un efecto cultural; es parte de la vida y la cultura”, esgrimió Ferreira.

El economista afirmó que si bien aporta a la economía, esta no debe regirse únicamente a lo monetario y la producción, porque si es así, la vida diaria ya debería arrancar a las 06:00 horas. En ese aspecto, puso especial énfasis en que debe importar la calidad de vida de las personas, en que mejore la misma y esté relacionada a la economía y la diversión.

“Nosotros arrastramos esa idea de que a las 7 tenemos que trabajar. Estuve hablando con algunos entendidos y me decían que se trae de la costumbre de tradición cuartelera durante la era de Stroessner, pero luego nadie más cuestionó. También está en las raíces culturales campesinas, porque el trabajador del campo trabaja bajo los primeros rayos del sol”, explicó.

Sin embargo, Ferreira dijo que debe modificarse esa situación porque, además de beneficiar a la economía nocturna, el cambio de horario repercutirá en la mejora del tráfico, al implementar un horario escalonado para el inicio de las actividades, como por ejemplo a las 8 la Función Pública, a las 9 los privados, y así sucesivamente.

“Tenemos que cambiar el chip de que el que entra a trabajar más tarde es haragán por el simple hecho de que se despierta más tarde. Son conceptos errados que tenemos”, resaltó.

Por otra parte, dijo que en el mundo ya se comenzó a hablar de disminuir las horas laborales. Por ejemplo, para mejorar la productividad, los obreros alemanes acordaron que su semana laboral se reduzca a sólo 28 horas por semana./Hoy.com