Dos hombres armados atropellaron una capilla en Caaguazú y sacaron con extrema violencia del catecismo a un adolescente de 15 años, quien supuestamente tenía en su poder un teléfono celular hurtado del negocio de la madre de ambos. Uno de los involucrados sería abogado.

Dos hombres munidos de arma de fuego atropellaron la capilla San Antonio de Padua, del barrio Industrial, de la ciudad de Caaguazú, del departamento homónimo, mientras se realizaba una reunión de catecismo de niños y adolescentes.

En medio de una violencia extrema sacaron de entre las personas a un adolescente de 15 años para torturarlo frente a todos.

El objetivo era supuestamente recuperar un teléfono celular que estaba en poder del joven, quien lo habría hurtado del negocio perteneciente a la madre de los dos atacantes. Uno de ellos fue reconocido como un profesional del derecho.

El adolescente fue sacado a los golpes de la capilla, luego de que presuntamente se localizó en su poder el dispositivo móvil vía GPS.

Los dos hombres manifestaron ser personal de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, quienes, a patadas, estirones e incluso disparos de arma de fuego, llevaron arrastrando al catequizando, según manifestaron los testigos.

El momento fue grabado en un video, donde se oye a una mujer decir que el aparato celular fue regalado al joven por una tía.

Uno de los supuestos autores de la brutal agresión sería Sergio Marcelo Escobar, de profesión abogado y funcionario de la Junta Departamental de Caaguazú, y el acompañante, su hermano, quien según los datos se trataría de la persona que denunció el hurto, identificado como Francisco Daniel Díaz Escobar.

Luego de la brutal agresión, el menor fue entregado a la Policía local, quedando aprehendido en la Comisaría 2ª de Caaguazú.

La acción ya fue denunciada ante el Ministerio Público por los supuestos hechos de amenaza, portación ilegal de armas, producción de riesgos comunes, privación ilegítima de libertad, lesión, usurpación de la función pública y otros.

La madre del adolescente lamentó lo ocurrido, mientras que una de las testigos fue quien identificó a los agresores.

//Robert Figueredo