El informe periodístico sobre el espionaje a las autoridades paraguayas en el marco de las negociaciones por la tarifa de Itaipú, generó una crisis entre la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y la Policía Federal. Señalan que la filtración podría comprometer la credibilidad del país vecino.
La revelación de que la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) realizó un operativo de seguimiento digital contra autoridades paraguayas provocó tensión entre los miembros de la propia agencia y la Policía Federal del vecino país.
El artículo publicado este lunes por el sitio UOL, firmado por el periodista Aguirre Talento, describe una operación iniciada bajo el gobierno de Jair Bolsonaro y mantenida bajo la administración de Luiz Inácio Lula da Silva para obtener datos estratégicos en el marco de las negociaciones sobre la tarifa de Itaipú Binacional.
El gobierno de Lula da Silva admitió la existencia del espionaje, pero atribuyó del hecho a la administración de su antecesor, Jair Bolsonaro. Indicaron que en la gestión actual se suspendió ese operativo.
A su vez, funcionarios de la Agencia de Inteligencia, indicaron al medio ISL Noticias de Brasil, bajo reserva de identidad, su malestar por la forma en que se hicieron públicos los detalles de la operación. Según la publicación, estos servidores apuntaron contra la Policía Federal (PF), como responsable del espionaje.
Señalan que el nivel de detalle presentado sugiere que el material no provino de Abin. La desconfianza se basa en la historia de tensiones entre los dos órganos y en el hecho de que el director de la Abin, Luiz Fernando Corrêa, es miembro del propio PF, designado a pesar de la resistencia interna dentro de la agencia de inteligencia.
Según estos informes, la publicación podría ser parte de un movimiento para debilitar la administración Corrêa y dar espacio a un nombre más alineado con la actual dirección de la PF.
El medio brasileño recoge un supuesto temor de las autoridades por la exposición pública y que esto comprometa la credibilidad de Brasil ante los socios internacionales, como Paraguay, que además de ser un aliado en el área energética, mantiene acuerdos de cooperación con Brasil en seguridad pública, incluso con la propia agencia referente al crimen trasnacional.
El uso de documentos confidenciales en una investigación policial, incluso cuando esté previsto legalmente, es motivo de cautela dentro de la agencia.
Los servidores expresan temor de que se esté utilizando información sensible en disputas institucionales. Sostienen que se mantenga la separación entre inteligencia y policía para proteger el interés estratégico del Estado brasileño, refirió en otra parte de la publicación.
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