Cada peregrino guarda una historia en lo más profundo de su corazón. Algunos relatan milagros de la Virgen, otros como el caso de la doctora Siria Peña, quien desde hace dos años llega caminando desde el Kurusu Pablito hasta la basílica de Caacupé, busca aliviar el gran dolor que le dejó la partida de su hijo de apenas 19 años. Ella tiene la fe firme y está confiada en que la Virgen le dará el consuelo que necesita en estos momentos.

“Cada año vengo a peregrinar, y más aún por la misión que tengo en honor a mi hijo que había fallecido hace dos años. Desde esa vez esa es mi promesa, que hasta que yo siga viva siempre vamos a venir con mi hija peregrinando en honor a mi familia. Todas mis compañeras de uniforme blanco y mi hija están presentes conmigo”, manifestó Siria con lágrimas en los ojos y la voz quebrada de tristeza.

Comentó que David, su hijo, era amante de la danza. Falleció el día en que debía recibirse de profesor, a causa de problemas cardíacos. Su madre y su hermana, además de un grupo de amigos, llevan un banner con emotivas fotos que retratan los mejores momentos vividos por el joven.

“Falleció en el mes de septiembre del 2021, la pandemia llegó en marzo del 2020. Se fue el día en que debía recibirse de profesor de baile y teatro. En el instituto me hicieron un homenaje en su honor, me entregaron su título, todo. Yo desde el 2013 le acompañaba a mi hijo hasta la basílica, y ahora que él ya no está lo seguiré haciendo hasta que Dios y la Virgen de Caacupé así lo permitan”, expresó.

Siria aprovechó la oportunidad para exteriorizar un gran deseo, que termine la pandemia y que las familias puedan nuevamente estar unidas y en armonía, aprovechando cada instante que tienen para compartir unos con otros.

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