Foto. Dr. Daniel Vera Báez

Aunque no necesitamos mucha explicación con respecto al significado de la frustración, ya que no solo somos espectadores, sino jugadores diarios y anuales hace mucho tiempo de la acción de ésta palabra. Pero por si alguien frustrado no sabe cómo definir su situación, a continuación paso a contarles el significado que nos da el diccionario con respecto a ésta palabra. La frustración es la imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo, dejar sin efecto o malograr un intento.

 

 

Es frustrante llegar a los últimos tres meses restantes del año y ver que la situación general del país sigue igual o peor. Es frustrante sentir que el nivel de vida de tu familia no mejoró a pesar que hiciste todo el esfuerzo necesario para lograrlo. Es frustrante recorrerbuscando trabajo  con el título bajo el brazo con las mejores calificaciones, si al final tengo que depender del buen humor y “generosidad” del político de turno. Es frustrante cuando depositaste esperanza en la venta de tu cosecha y resulta que el precio solo favorece a los grandes de siempre. Es frustrante cuando tu inocencia y verdad es cambiada por monedas de plata, por culpabilidad y mentira.

 

 

Es frustrante cuando la mayoría de los diarios capitalinos dicen que somos un país muy deseado por su buena economía, que es uno de los países que más ha crecido en la región, donde hay más estabilidad laboral, donde ha disminuido la pobreza. Pero lo más frustrante es no poder pertenecer a este grupo que dicen los diarios. Ellos se están refiriendo a un grupo muy minoritario en cuanto a número de personas, pero son los que se apoderan de casi todos los recursos del país; en otras palabras el Banco Central del Paraguay es de ellos y no de todos los paraguayos como debería ser.

 

 

También es lógico que la frustración nos llegue por desidia o por falta de esfuerzo personal, pero en ese caso el único afectado será uno mismo y su familia. Pero cargar una frustración que afecta a la gran mayoría por culpa de unos pocos, produce un sentimiento de impotencia y desánimo por que las expectativas se truncaronal no poder conseguir lo pretendido.

 

 

Pero aun nos queda una fórmula que nunca falla: Querido amigo, aférrate a Dios todo lo que puedas, pídele su bendición. Es correcto tener aspiraciones elevadas y luchar por alcanzarlas. Dios no se olvida de sus hijos.