Monseñor Claudio Giménez, obispo emérito de Caacupé, recordó con emoción sus encuentros con el Santo Padre y valoró el legado que deja en la Iglesia Católica tras su deceso.
El obispo emérito de Caacupé, Monseñor Claudio Giménez, compartió anécdotas personales sobre el Papa Francisco y expresó su admiración por el legado que deja en la Iglesia. “No sé cómo se va a arreglar el que le sigue, porque no será fácil continuar todo lo que él hizo, como el estilo de vida que pretendía que tuviera la Iglesia, el sinodal, caminar juntos en comunión”, afirmó durante una entrevista con la 780 AM.
Uno de los momentos más significativos que recordó fue cuando, durante una misa en Caacupé, aprovechó la oportunidad para hablarle a Francisco sobre el estancado proceso de beatificación de Chiquitunga. “Le dije: ‘Santo Padre, tenemos una posible santa y el caso está atrancado. Usted vive en Roma’… se rió y al poco tiempo ya fue beatificada”, relató.
El obispo también mencionó otro encuentro con Francisco en la Nunciatura, cuando el Papa invitó a todos los obispos a un diálogo privado. Allí, Giménez le preguntó con humor por qué siempre hablaba de la mujer paraguaya y no del hombre paraguayo. “Le pregunté si no hicimos mérito. Se rió, pero no respondió. Después dijo a periodistas en el avión a su partida del país: ‘¿Quieren un amigo? Busquen un paraguayo’”, contó.
Giménez destacó que Francisco conocía profundamente la historia del Paraguay y tenía una relación cercana con la comunidad paraguaya en Buenos Aires, particularmente en la Villa 31. “Él leyó mucho sobre la Guerra de la Triple Alianza, y quiso honrar a nuestra patria reconociendo a la mujer paraguaya”, señaló.
Consultado sobre si asistirá al funeral del papa, aclaró que no tiene previsto viajar. “Yo ya no ejerzo ninguna función activa dentro de la Conferencia Episcopal, pero seguro el cardenal irá en representación del país”, explicó.
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