El Ministerio Público imputó por homicidio doloso al hermanastro de la adolescente de 16 años, luego de una necropsia que comprobó que la misma falleció por un disparo de arma de fuego y no por la explosión de un vapeador. El cuerpo de la joven tuvo que ser exhumado.

La agente fiscal Gladys González imputó por homicidio doloso a Wilmar Rodríguez, de 19 años, hermanastro de la joven Romina Ayelén Peralta Rodríguez, de 16 años, quien falleció a causa de una herida de bala a la altura del pecho, según informó NPY.

Inicialmente, se creía que la víctima falleció por la explosión de un vapeador, pero posteriormente se comprobó que tenía una herida de arma de fuego, lo que le causó un shock hipovolémico y le produjo la muerte.

Tras cuestionamientos a la actuación fiscal, la agente del Ministerio Público ordenó la exhumación del cuerpo y se procedió a la necropsia.

La jefa de Urgencias del Hospital de Lambaré, la doctora Luz Vázquez, informó que dejaron constancia de pequeñas heridas en el cuerpo de la joven, pero que el orificio de bala era similar a un rasguño, pero que de igual manera se constató en el parte médico.

También aclaró que se comunicaron con la fiscala, quien ordenó que se realice el acta de defunción y se entregue el cuerpo a los familiares sin la realización de una autopsia, ya que no existían indicios de un hecho punible.

El padre de la joven fue el que asistió a la menor hasta el hospital y, según relató, solo le manifestaba que le dolía el pecho y al encontrarse el vapeador en su mano creyó que se trató de la explosión del aparato electrónico.

Asimismo, confirmó que el hermanastro se encontraba en la habitación con la menor y pidió que se aclare el hecho, ya que desconocía la presunta implicancia del joven en el fallecimiento de la joven.

Los investigadores hallaron una bala del mismo calibre que la encontrada en el cuerpo de la adolescente de 16 años.

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