El fiscal Federico Delfino habló del escándalo de corrupción que salpica a su unidad y reconoció que su asistente, una de las personas de su máxima confianza, pidió G. 150 millones a tres policías que fueron detenidos por caso de extorsión.

En una entrevista con radio Monumental 1080, el fiscal Federico Delfino habló sobre el escándalo de corrupción que involucra a su unidad fiscal, en el que uno de sus funcionarios de máxima confianza está bajo la lupa de la justicia por, supuestamente, haber pedido en nombre suyo G. 150 millones a tres policías que fueron detenidos por un caso de extorsión.

Delfino relató paso a paso cómo se dieron los hechos, hasta que descubrió la conducta irregular de uno de los hombres que conforman su equipo de trabajo y decidió denunciar el hecho con sus superiores.

El agente del Ministerio Público indicó que el pasado 3 de enero llegó la denuncia a la unidad fiscal que involucraba a tres policías que habrían pedido dinero a un conductor de la plataforma Bolt, luego de, supuestamente, plantarle droga y se comenzó la investigación.

20 días después afirma que comenzó a notar que había hechos que comenzaron a llamar su atención. “El viernes pasado los agente de Antisecuestro de la Policía presentan un pedido de detenciones en secretaría de mi oficina y no soy informado. Eso ya me empezó a llamar la atención”, comenzó diciendo el investigador.

El agente del Ministerio Público siguió diciendo que recibió la llamada de un colega que le alertó que esta orden de detención estaba siendo utilizada por un funcionario suyo, que primeramente, habría solicitado a los involucrados la suma de USD 30 mil dólares para que la orden no sea firmada por el fiscal; luego el monto bajó a G. 150 millones.

Finalmente, el fiscal firmó la orden y los policías denunciados fueron detenidos y éstos pidieron hablar con Delfino para contarle que ellos también fueron extorsionados.

“Me dicen que se presenta ante ellos un grupo de abogados que les dice que tiene contacto con la Unidad y que estaban buscando un arreglo para que no sean imputados y les pidió 10 mil dólares por cabeza. Estos abogados mostraron el pedido de orden de detención”, agregó.

El fiscal Delfino reveló que los policías le hicieron escuchar un audio de una conversación entre un abogado y uno de sus asistentes, un hombre de su máxima confianza, por lo que reconoció su voz. “Ahí fue que decidí denunciar el hecho e inhibirme del caso”, explicó.

Delfino no quiso dar el nombre de su asistente pero el jueves saltó la información que se trata de José Ramón Cárdenas, funcionario de mayor confianza a quien calificó como su “mano derecha”.

Así se dieron los hechos
El último domingo del año pasado, un conductor de plataforma, Juan Guillermo Aranda Gómez –presunta víctima–, debía trasladar a Víctor Manuel Dávalos desde Fernando de la Mora hasta el barrio Sajonia de Asunción. Cuando alcanzó la avenida Mallorquín, aparece una patrullera y le indican que se quede.

El conductor paró la marcha y se acercaron los policías, queriendo hacer la prueba del alcotest, ya que mencionaron que presumían que estaban alcoholizados. Después, les dijeron que debían revisar el vehículo y al inspeccionar, encuentran una bolsita supuestamente con droga; sin embargo, el chofer negó que sea suyo. Posterior de ello, según la denuncia, al hombre le pidieron G. 3.000.000 para no pasar el caso a la Fiscalía. Lo llamativo es que durante el procedimiento, el pasajero Víctor Manuel Dávalos se fugó del lugar, por lo que se presume que era cómplice de los policías.

Por este hecho fueron detenidos el suboficial Alejandro Carlos Eduardo Rocca Osorio, el suboficial 1° Marcelo Barrios y el oficial inspector Cristhian Fabián Rodríguez, de la Comisaría 2ª de Asunción. Fueron imputados por privación de libertad, extorsión e inducción a un subordinado a un hecho punible.

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