La tradicional celebración de San Juan en Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, conocida por sus desafiantes pruebas de fe, tuvo un protagonista solitario este año. A diferencia de ediciones anteriores, donde varios valientes se animaban a caminar sobre las brasas, en esta ocasión, solo un devoto se atrevió a cruzar el “tata ári”.

El tata ári jehasa, la popular prueba de caminar descalzo sobre una alfombra de brasas incandescentes, es uno de los ritos más esperados y simbólicos de las festividades de San Juan en Paraguay.

Se cree que la fe profunda protege a los devotos de quemaduras, convirtiendo el acto en una demostración pública de devoción y valentía.

Testigos del evento expresaron su sorpresa ante la escasa participación. “Siempre veíamos a varias personas animarse, era algo muy emocionante”, comentó una pobladora que asistió al festejo.

“Este año, ver a uno solo fue un poco triste, como si la gente ya no se animara tanto o quizás tenga menos fe”, manifestó.

El único valiente que desafió el fuego realizó la travesía con visible determinación, ante la atenta mirada de los presentes que aplaudieron su coraje.

Su acto, aunque solitario, mantuvo viva la llama de la tradición en una noche fría de 8°C de temperatura en la localidad chaqueña, que aglutinó a los pobladores en la capilla del barrio San Juan para vivir las tradiciones paganas y devoción religiosa San Juan Bautista.

La Iglesia Católica conmemora a San Juan Bautista en dos días: el 24 de junio, su natividad y el 29 de agosto, su decapitación.

San Juan Bautista es considerado el último profeta del Antiguo Testamento y el primero del Nuevo Testamento, por anunciar la llegada de Jesús.

En Paraguay, San Juan Bautista también es el nombre de una ciudad, capital del departamento de Misiones.

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