Fue el primer obispo de la Diócesis de Encarnación y estuvo envuelto en un escándalo de abuso sexual en niños.
A la edad de 89 años, falleció esta mañana monseñor Jorge Livieres Banks, Obispo Emérito de la Santísima Encarnación. El velorio se realizará hoy desde las 15:00 en el salón de Parque Serenidad y el entierro será mañana en horas de la tarde.
Livieres Banks nació en Asunción el 22 de febrero de 1929. Sus padres fueron el doctor Lorenzo N. Livieres y doña Carmen E. Banks. Sus primeros estudios y la secundaria los realizó en el colegio Goethe, mientras sus estudios eclesiásticos los cumplió en el Seminario Metropolitano Pontificio de Villa Devoto, en Buenos Aires; allí obtuvo su licenciatura en Teología.
Nombrado obispo prelado de Encarnación por el Papa Juan Pablo II, asumió el cargo el 13 de setiembre de 1987 y luego de que la Prelatura ascendiera a la categoría de Diócesis, fue el primer obispo residencial en abril de 1990.
También fue párroco de la Catedral Metropolitana y secretario canciller del Arzobispado. Asesor Nacional de Acción Católica y rector del Seminario Mayor del Paraguay. Ejerció la Presidencia de la Conferencia Episcopal Paraguaya durante 3 años y la Secretaría General por 12.
La olla se destapó en 2002, cuando un grupo de jóvenes encarnacenos denunciaron a Livieres Banks por abuso sexual en niños, asegurando que fueron víctimas de él mientras eran menores de edad. Los denunciantes fueron Rubén Gamarra, Roberto Carlos Quiñónez y Mario Garay, quienes recibieron el apoyo del padre Elvio Benítez, canciller y secretario privado del obispo.
Pese a que los denunciantes respaldaron sus denuncias con varias pruebas, entre ellas casetes de grabaciones donde el obispo ofrecía 30.000 dólares a cada uno por su silencio, la denuncia fue rechazada por la Diócesis y Livieres demandó por difamación y calumnia a los muchachos.
En julio de 2003, el Vaticano aceptó la renuncia del mismo y abandonó el Obispado encarnaceno; la denuncia quedó en la nada.