En un tratamiento inédito, el equipo médico del Hospital de Clínicas recurrió al uso de larvas de la mosca “Mberu hovy” (Lucilia sericata) para salvar la pierna de una paciente de 68 años que presentaba un caso severo de infección en su pie diabético.
Esta técnica, conocida como terapia larval que se utilizaba incluso en tiempos romanos, se empleó como último recurso para evitar la amputación, dada la condición clínica compleja de la paciente, quien sufría además de neumonía, insuficiencia renal y otros problemas de salud derivados de su diabetes.
Según explicó el Dr. Jorge Flores, cirujano vascular del hospital, las larvas de esta mosca solo consumen tejido muerto y poseen la capacidad de limpiar heridas infectadas en cuestión de días. “Estas larvas secretan una sustancia que licúa el tejido muerto y luego lo absorben, eliminando eficazmente la infección sin dañar el tejido sano”, detalló.
Este tipo de terapia ya fue aprobado por la FDA en Estados Unidos y se emplea en varios países de Europa, donde demostró efectividad en heridas con tejidos necrosados e infectados por bacterias resistentes a los antibióticos.
Para la paciente, esta opción representaba una alternativa mucho menos invasiva en comparación con una cirugía. Debido a su estado general de salud, someterse a una operación bajo anestesia podría haber sido fatal. El Dr. Flores relató que fue necesario explicar detalladamente el procedimiento a la paciente y a su familia en guaraní, logrando así generar la confianza necesaria para que aceptaran el tratamiento. La paciente expresó que era la primera vez que entendía su diagnóstico y las opciones de tratamiento gracias a esta comunicación en su idioma nativo.
Este procedimiento fue realizado con la colaboración de un equipo multidisciplinario del hospital, que incluyó especialistas de distintas áreas, como veterinaria, podología y bioquímica. La intervención resultó positiva hasta el momento, con una notable reducción de la inflamación e infección en el pie de la paciente. Aun así, el equipo médico continúa vigilando de cerca el estado general de salud de la mujer de 68 años, dado que su situación sigue siendo delicada.