José Ribeiro da Silva estaba internado en un hospital por un cáncer de lengua. El caso conmociona a Brasil.
Certificaron por error su muerte, lo metieron en una cámara frigorífica y allí falleció de hipotermia. No se trata de un guión de una película o libro de terror sino el triste final de José Ribeiro da Silva, en un caso que conmociona a Brasil.
Ribeiro da Silva había ingresado al Hospital Estadual del Centro-Norte Goiano (HCN), en la ciudad de Uruaçu, a causa de un cáncer de lengua.
Fue entonces cuando el médico Lucas Campos certificó su defunción el 29 de noviembre por una infección consecuencia de su enfermedad, según explica el periódico local O globo.
Confusión y muerte
Después de la denuncia de la familia sobre el fatal error, la Policía investiga el caso como homicidio.
Sucede que después de que lo dieran por muerto, fue introducido en una bolsa mortuoria y llevado a una cámara frigorífica para evitar la descomposición del “cadáver” (que no era tal) antes del entierro.
Conmocionada, la familia recibió la noticia del fallecimiento y se acercó hasta el hospital para autorizar el traslado del cuerpo a la ciudad de Rialma, donde iba a ser inhumado. Jamás imaginó que estaba vivo.
“Estaba vivo” en la funeraria
El hombre fue trasladado a la funeraria en Rialma, ciudad natal de la familia, a unos 100 kilómetros de Uruaçu.
Y la sorpresa fue escalofriante cuando los especialistas lo sacaron de la bolsa para preparar el cuerpo para el velatorio y el entierro, y descubrieron que estaba vivo.
Así fue que quedaron estupefactos al darse cuenta que estaba con los ojos abiertos y respirando con dificultad.
Los técnicos llamaron al Servicio de Atención Móvil de Urgencia, que constató que estaba vivo y lo llevaron al Hospital de Rialma en estado muy grave y sin estabilizar.
Finalmente falleció el pasado 1° de diciembre por hipotermia, según informó el jefe de Policía Peterson Amin y difunden medios locales.
Denuncia de la familia
“Es increíble lo que pasó, mi hermano pasó cinco horas en una bolsa de plástico, con frío. Fue horrible, una situación así es totalmente inaceptable”, aseguró Aparecida Ribeiro da Silva a Metrópoles, sobre su hermano ya no podía hablar ni comunicarse.
La mujer ahora quiere justicia y que los responsables paguen por la muerte de su hermano: “Voy a reunir los documentos e informes del tanatorio, del Samu, de todos los que participaron para iniciar acciones legales. Mi hermano no necesitaba pasar por esto”.
Mientras el caso se había registrado inicialmente como intento de asesinato, tras la la muerte pasó a ser caratulado como homicidio.
“Cuando el médico es imperfecto hasta el punto de dar por muerta a una persona viva, asume el riesgo de matarla después”, lanzó contundente el delegado Peterson Amin.
Se espera que la Policía escuche al médico y a la familia la próxima semana, recopile información y la documentación necesaria para continuar con la investigación de un caso que conmociona, digno de un guión de película.
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