La mitad del país presenta alzas en sus números de fallecidos a cinco meses del inicio de la pandemia

Estados Unidos ha superado este miércoles los 150.000 muertos por la covid-19. La potencia alcanza el trágico récord en medio de un desalentador panorama. Los fallecimientos diarios exceden el millar, la mitad del país presenta alzas en la cifra de muertes y los contagiados rozan los cuatro millones y medio. Los legisladores, mientras tanto, intentan sin éxito sacar adelante un nuevo paquete de estímulos, cuando la ayuda extra de 600 dólares semanales para los millones de desempleados caduca este viernes. En una rueda de prensa sobre el coronavirus ofrecida este martes, Donald Trump se dio un momento para lamentar que los índices de aprobación del doctor Anthony Fauci sean superiores a los suyos. “No le gusto a nadie”, dijo. “Debe ser mi personalidad”, agregó.

Durante más de un mes los expertos en salud han alertado del disparo de los contagios en varios puntos del país, concentrados principalmente en el sur. Trump solía defender que los nuevos picos en los casos respondían a un mayor alcance en las pruebas para detectar la covid-19. Pero los científicos, entre ellos Fauci, advertían de que el asunto iba más allá y que el alza de las muertes llegaría más tarde. Desde principios de julio comenzaron a aumentar los fallecimientos mientras que los contagios han comenzado a estabilizarse en cerca de 65.000 por día. Ahora ya son 24 Estados y el Distrito de Columbia los que presentan escaladas en sus cifras de muertos. Florida, Arkansas, Oregon y Montana alcanzaron su récord diario este miércoles. La tasa de mortalidad ha vuelto al mismo nivel que a comienzos de junio, cuando era significativa, pero el país parecía despedirse de lo peor y varios territorios ya tenían en marcha sus reaperturas.

Fauci, el principal científico del grupo de trabajo que asesora al presidente estadounidense, dijo a la MSNBC que los Estados deberían considerar pausar sus procesos de reapertura o revertirlos. En una entrevista este miércoles con la ABC News volvió a encender la alarma y fue más allá, al señalar que en Ohio, Tennessee, Indiana y Kentucky estaban siendo testigos de una “pista segura” en el aumento de casos, por lo que si no reaccionan con agresividad ahora era probable que en unas semanas se enfrentaran a los problemas con los que está lidiando el sur y algunos Estados del oeste, como California. En medio de la crisis sanitaria, las protestas raciales y contra el abuso policial continúan en varias ciudades del país.

La semana pasada EE UU llegó a los cuatro millones de casos de coronavirus, duplicando el número total de infecciones en solo seis semanas. Desde entonces ya se han añadido prácticamente 500.000 más. El país con más muertes por la covid-19 del mundo pasó la marca de los 50.000 fallecidos el 27 de abril y la de los 100.000 el 27 de mayo.

El hito de los 150.000 muertos pilló a Trump volando a Texas. El territorio, uno con los brotes más agresivos, superó su récord de mayor número de muertes la semana pasada con más de 2.100 fallecidos. El presidente, tras aterrizar, no se refirió a las víctimas de la pandemia, apenas hizo una referencia a que la vacuna debería estar disponible “muy pronto”. Hace menos de dos semanas el mandatario intentó dar un giro de 180 grados en su postura frente a la pandemia. Ha defendido el uso de la mascarilla en público, cuando durante cuatro meses se rehusó a llevarla. Retomó las ruedas de prensa informativas sobre el coronavirus -solo, sin su equipo de expertos- donde intenta apegarse al libreto y dar poco espacio a consejos espontáneos que le costaron tantas críticas en la primera etapa.

Está previsto que este miércoles Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro y Mark Meadows, jefe de Gabinete de la Casa Blanca, se reúnan con los líderes demócratas del Congreso para continuar las negociaciones sobre un nuevo paquete de ayudas. Los casi 30 millones de desempleados por la pandemia han recibido 600 dólares (546 euros) extras al seguro de desempleo estatal desde hace cuatro meses. En 48 horas caduca esta iniciativa. Los republicanos presentaron una propuesta por un billón de dólares que Trump calificó de “casi irrelevante”, porque los demócratas responderían con otra cosa. “Están muy separados”, aseguró este martes el presidente de Estados Unidos.

// El País