El Departamento de Estado publicó un informe sobre la situación del terrorismo en el mundo. Afirmó que el chavismo creó un ambiente propicio para que actúen «los disidentes de las FARC, el ELN y Hezbollah».
El Departamento de Estado norteamericano denunció que el dictador Nicolás Maduro permite que operen grupos terroristas en Venezuela para mantenerse en el poder. En un informe sobre terrorismo, EEUU afirmó que el chavismo creó un ambiente propicio para que actúen “los disidentes de las FARC, el ELN y Hezbollah”.
El documento señala que Maduro y sus socios, a través de actividades criminales, ayudan a mantener su control ilegítimo del poder, “fomentando un ambiente permisivo para grupos terroristas conocidos, incluidos los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), de origen colombiano; y simpatizantes de Hezbollah”.
“Lazos financieros entre las FARC, el ELN y los grupos paramilitares venezolanos facilitan la corrupción pública y los esquemas de corrupción del régimen que incluyen a miembros de las Fuerzas Armadas”, destacó el informe.
El Departamento de Estado afirmó también que son preocupantes los informes que señalan la existencia de cooperación entre las disidencias de las FARC y el ELN en las áreas de control de carreteras y fronteras, en la distribución subsidiada de alimentos, en el reclutamiento y desplazamiento forzado de comunidades indígenas vulnerables y en el tráfico de narcóticos y oro ilegales.
Según los medios locales e internacionales, continúa el informe, el ELN estuvo presente en 12 de los 24 estados de Venezuela (con especial fortaleza en los estados de Anzoátegui, Amazonas, Apure, Bolívar, Zulia y Táchira).
“La presencia del ELN se ha expandido más allá de su base histórica en la zona fronteriza con Colombia. Los medios informan un papel cada vez más importante para el ELN en la distribución de alimentos subsidiados por el régimen, el contrabando (gas, productos básicos, carne), la extorsión y la minería ilegal”, enfatizó.
Luego destacó que el presidente interino, Juan Guaidó, “condenó la complicidad de Maduro con el ELN y las disidencias de las FARC”. Además, recordó que la Asamblea Nacional venezolana catalogó oficialmente a las FARC, el ELN, Hamas, Hezbollah e ISIS “como organizaciones terroristas”.
“Guaidó advirtió que Maduro ha perdido el control de las fronteras y el territorio de Venezuela, corriendo el riesgo de convertir a Venezuela en un ‘estado fallido‘”, recordó el Departamento de Estado de EEUU.
En otro ítem, se refirió a los incidentes terroristas ocurridos en el 2019 y subrayó que éstos “reflejaron la creciente presencia y control territorial del ELN. Se incrementaron las confrontaciones entre el ELN, otros grupos armados ilegales colombianos y venezolanos y las fuerzas gubernamentales venezolanas”.
Respeto a la aplicación de la ley y la seguridad fronteriza, el informe detalla que “no hubo cambios en la legislación antiterrorista de Venezuela en 2019″.
“El antiguo régimen de Maduro no ha demostrado voluntad política para abordar las preocupaciones sobre terrorismo en Venezuela. La usurpación, por parte del régimen, del sistema judicial y los servicios militares y de seguridad para sus propios fines ilícitos, la corrupción pública desenfrenada y la cooperación con elementos criminales, proporcionaron las condiciones ideales para la actividad ilegal. La mala gestión económica del régimen ha creado graves limitaciones de recursos. El régimen usa regularmente cargos de terrorismo para perseguir a la oposición política y reprimir la disidencia. Ha acusado sin evidencia o debido proceso a Guaidó y a varios diputados de la Asamblea Nacional de ‘terrorismo’”, manifestó el Departamento de Estado.
Luego recordó que en diciembre del año pasado, Estados Unidos sancionó a los directores actuales y anteriores de la agencia de pasaportes de Venezuela (Servicio Administrativo de Identificación, Migración e Inmigración) a la luz de actividades como la venta de pasaportes de la agencia por miles de dólares, incluso a ciudadanos no venezolanos.
“La seguridad fronteriza en los puertos de entrada era vulnerable y susceptible a la corrupción. El cribado biométrico no se realiza en los puertos de entrada venezolanos. No existe un sistema automatizado para recopilar registros API o PNR en vuelos comerciales o para verificar los manifiestos de vuelo con datos de desembarque de pasajeros”, concluyó el informe.
Fuente; Infobae