Junto con su equipo legal, Paola Roldán, ecuatoriana de 42 años, argumentó que la ley que prohíbe la eutanasia es inconstitucional y viola su derecho a una muerte digna.

Paola Roldán, una mujer de 42 años que padece una enfermedad terminal e incurable, pidió el lunes ante la Corte Constitucional de Ecuador que se le permita el proceso de eutanasia, prohibido hasta el momento en el país, informa El Universo.

Paola sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que afecta los músculos del cuerpo y limita el movimiento de las extremidades.

Junto con su equipo legal, presentó una demanda argumentando que el artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que prohíbe la eutanasia, es inconstitucional y viola su derecho a una muerte digna.

Durante la audiencia, los abogados expusieron sus argumentos, resaltando que la libertad de creencias y laicidad del Estado deben ser respetadas. Paola, por su parte, compartió su experiencia personal, describiendo el intenso sufrimiento físico y emocional que enfrenta diariamente debido a su enfermedad.

“Merezco una muerte digna”
La mujer inició su intervención postrada en su camilla médica y relató que mantiene una alimentación parenteral, recibiendo su comida directamente al corazón, ya que su estómago no absorbe los nutrientes necesarios.

“Lo que vivo es doloroso, solitario y cruel. Sin embargo, no vengo a exponerme hoy para que me tengan lástima, eso sí sería injusto”, declaró. “Yo he conocido lo que es vivir una vida intensa, una vida profunda, una vida amplia y colorida. He vivido una vida plena y sé que lo único que merezco, lo único que merezco es una vida y una muerte con dignidad“, agregó.

Paola señaló que “no hay medida paliativa que le mantenga lúcida y le permita aguantar los dolores emocionales”. “El dolor de tener a mi hijo acostado a mi lado llorando con fiebre y no poder extender mi mano dos centímetros para tocarle la frente […] ¿Qué pastilla hay para aliviar que no sé si la próxima semana pueda seguir hablando?”, preguntó.

Francisco Roldán, padre de Paola, tuvo su oportunidad de exponer la voz de los familiares durante la audiencia y afirmó que es un fiel creyente de la Iglesia católica, por lo que viene “desde la perspectiva humana” y éticamente está tranquilo de apoyar la petición de su hija.

En Ecuador, el homicidio es un delito que castiga a cualquier persona que cause la muerte de otra, sin importar las circunstancias. Por lo tanto, si un médico ayuda a alguien a morir, enfrentará una condena de entre 10 y 13 años de prisión, lo que elimina por completo la posibilidad de la eutanasia o muerte asistida.

La Ley de Ecuador solo contempla lo que se conoce como eutanasia pasiva, que permite a la familia tomar la decisión de desconectar los aparatos que mantienen con vida a una persona inconsciente.

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