Se trata de una acción solidaria de la Pastoral Arquidiocesana y del sector productivo.

La iniciativa que se realizó a raíz de la crisis originada por el COVID-19, la cual dejó a muchas personas sin ingresos diarios y sin alimentos, llegó a un millón de platos de comida, que se distribuyeron en las comunidades más carenciadas de Asunción y alrededores a través de la Pastoral Social Arquidiocesana, con el apoyo de gremios productivos y de otros sectores de la sociedad civil. Indicaron que además de la distribución de comida, se repartieron también kits de alimentos.

Al respecto, Ricardo González, coordinador general de la Pastoral Social, indicó que primero se aliaron con la Asociación de Empresarios Cristianos y se planificaron dos acciones.

“La principal, la instalación de comedores comunitarios en las zonas más carenciadas, y la otra, la entrega de kits de alimentos. Trabajamos más en la instalación y habilitación de los comedores, tanto que logramos progresivamente tener 67 comedores al día de hoy”, refirió.

Explicó que hasta la fecha se cocinan 23.000 platos de comida por día en los comedores, llegando a la meta de un millón de platos. Las donaciones del sector productivo y de otros organismos de la sociedad civil llegaron a 262.600 kilogramos de alimentos, principalmente carne bovina, aviar, verduras y productos no perecederos.

Destacó que la acción solidaria para la distribución de comida se pudo realizar mediante la colaboración de gremios productivos, como el Consorcio de Ganaderos para la Experimentación Agropecuaria, la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne, y la Unión de Gremios de la Producción, además de otros sectores empresariales y organismos de la sociedad civil.

Además, González señaló que los comedores se habilitaron de forma gradual y empezaron con 15, luego 40 y así hasta llegar a 67 comedores en las zonas carenciadas de Asunción y Gran Asunción. Mencionó también que cada comedor cuenta con un depósito y refrigerador para guardar los alimentos perecederos, como también elementos para cocinar.

En cuanto a las personas que elaboran los platos de comida, dijo que son voluntarias de la comunidad y que son más de 1.000 colaboradores que ayudan a cocinar y repartir los alimentos.

Fuente; La Nación