Tras el final del partido entre Atlético Mineiro y Boca Juniors, en el que los brasileños consiguieron la clasificación a través de la tanda de penales, se descontroló todo en el camino a los vestuarios.
La Policía Militarizada brasileña tuvo que intervenir con spray y gases lacrimógenos para poner fin a una gran pelea en los vestuarios entre las delegaciones del Mineiro y Boca.
Según informó la asesoría de prensa del Atlético Mineiro, los jugadores de Boca, muy descontentos por la actuación arbitral, rompieron y lanzaron todo lo que encontraron a su paso en el túnel de vestuarios del Mineirão hasta llegar al que les correspondía cuando terminó el partido.
Los agentes de seguridad del «Galo» respondieron a las agresiones y se creó una gran pelea en la que se lanzaron vallas, una fuente metálica y todo tipo de objetos.
La Policía Militarizada de Minas Geráis intervino para poner fin a la pelea lanzando spray y gases lacrimógenos. Algunos miembros de la delegación de Boca Juniors tuvieron que salir a las graderías del estadio para poder respirar tras los gases lanzados por los agentes.
La gran pelea se produjo después de un partido cargado de tensión entre ambos equipos, en busca de la clasificación para los cuartos de final de la Libertadores.
Igual que en el partido de ida, Boca Juniors tuvo un gol anulado por el árbitro de vídeo, lo que enfureció a los xeneizes y se produjo una tangana de varios minutos en la segunda mitad que terminó con la expulsión de un miembro del cuerpo técnico de cada equipo.
-Pasaron la noche en la comisaría-
La delegación de Boca Juniors fue trasladada a una comisaría de Belo Horizonte para prestar declaración por los incidentes ocurridos tras el partido en el Mineirão tras finalizar el partido de vuelta de los octavos de final de la Libertadores contra el Atlético Mineiro.
Miembros del club xeneize y del ‘Galo’ protagonizaron una gran pelea en el túnel de vestuarios tras finalizar el partido, que obligó la intervención de la Policía Militarizada lanzando gases y spray.
Según la Policía Militarizada del estado de Minas Gerais, al menos ocho personas vinculadas a Boca Juniors, entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes fueron identificados a través de las cámaras de seguridad durante la pelea y son acusados de tres crímenes: lesión corporal, agresión y destrucción de patrimonio público.
Además de los destrozos en el mobiliario del estadio, el delegado del partido también fue agredido.
Los acusados son los jugadores e Javier García, Carlos Zambrano, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo y Sebastián Villa, el entrenador de porteros, Fernando Gayoso, el auxiliar Leandro Somoza y el directivo Raúl Cascini.
La Policía Militarizada pidió a los ocho identificados que se presentaran en la comisaría para esclarecer los hechos, aunque finalmente toda la expedición xeneize se trasladó hasta la 6ª Comisaria Regional de la Policía Civil de Belo Horizonte para declarar.
Toda la delegación pasó la noche en la comisaría y esperan poder retornar pronto a Argentina. // Versus