Una banda de asaltantes perpetró un violento robo en la madrugada de este lunes en el kilómetro 11, lado Acaray, Ciudad del Este, Departamento de Alto Paraná. Se habrían llevado más de G. 700 millones. En el sitio vive un empresario del sector lácteo junto a su esposa, una magistrada.
Un grupo de entre seis y siete delincuentes armados irrumpió en la vivienda del empresario lácteo Wolnei Aloisio Troes Canal y de su esposa, la magistrada Ybete Welter de Troes, vicepresidenta segunda de la VI Circunscripción Judicial de Alto Paraná, llevándose una importante suma de dinero en efectivo.
Las primeras estimaciones indican que los delincuentes se habrían llevado más de G. 700 millones en efectivo que la pareja guardaba en el interior de la vivienda.
Alrededor de la 1:30 de la madrugada, los asaltantes, encapuchados y portando armas de fuego, ingresaron a la propiedad y redujeron a la pareja, que se encontraba en el lugar.
Los agresores exigieron la entrega del dinero, mientras se movían con precisión por la vivienda, lo que hace suponer que conocían bien el lugar y la existencia de grandes sumas de efectivo guardadas allí.
Los asaltantes utilizaron un inhibidor de señal para desactivar sistemas de alarma y comunicaciones, lo que retrasó la respuesta de las autoridades.
Durante el procedimiento, también se encontró un mazo y una barra de hierro conocida como “pata de cabra”, herramientas utilizadas para forzar puertas y cajas fuertes.
“Ellos tenían guardado ahí su dinero. Los delincuentes sabían exactamente dónde buscar”, comentó el suboficial Gabino Brítez, uno de los intervinientes.
El empresario Troes Canal, de 47 años, es conocido en la zona por ser propietario de una sucursal de la empresa de productos lácteos. La vivienda asaltada está ubicada detrás del local comercial.
El Departamento de Investigaciones y Criminalística fue convocado al lugar para iniciar las pesquisas.
Pese a que la vivienda contaba con un sistema de circuito cerrado, los asaltantes se llevaron los dispositivos de grabación, dificultando la identificación de los autores.
“Se encontraron los dispositivos de seguridad tirados en el suelo, pero ya no funcionaban”, agregó el uniformado.
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