La actividad física regular fortalece la capacidad cardiorrespiratoria y el sistema inmunitario. Los ejercicios de bajo impacto son sencillos y están indicados para personas de todas las edades.

Los ejercicios de bajo impacto se caracterizan por aumentar el ritmo cardíaco de manera gradual y proteger las articulaciones, ya que estos generan movimientos más suaves y controlados. Están pensados para mantenerse activo sin empeorar lesiones ni generar nuevas molestias. Algunos ejemplos incluyen caminar, hacer yoga o pilates, subir y bajar escaleras, realizar sentadillas, elevar los talones apoyándose en la punta de los pies (de puntillas), y ejercicios con pesas como el curl de bíceps o la extensión de tríceps.

El Lic. Eduardo Enciso, jefe del Departamento de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud Pública explica que la práctica de estos ejercicios ayuda a mantener activo el cuerpo, fortalece la capacidad cardiorrespiratoria y el sistema inmunitario, protege de lesiones y prepara el cuerpo para ejercicios de alto impacto.

Están recomendados para todas las personas de todas las edades y pueden realizarse de 3 a 4 veces por semana. 

Enciso señala que los riesgos de no realizar ninguna actividad física de manera regular tienen sus consecuencias negativas.  

“Las personas que no realizan actividad física de forma regular tienden a tener una menor calidad de vida, pérdida de fuerza y resistencia, lo que afecta su funcionalidad y salud en general, huesos más débiles y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, además de una mayor probabilidad de muerte prematura”, puntualizó.

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