La menor de 13 años volvía de la institución con su abuelo.Fue arrastrada por el agua en Itapúa: otros tres se salvaron.
Luto, desesperanza y dolor invadían los pasillos del Colegio Nacional de María Auxiliadora, Itapúa. El aula del 9no. grado B quedaba vacía. Minutos antes, allí compartía con sus compañeros Maribel Candia Amarilla, quien a sus 13 años irradiaba vida.
Terminada la actividad escolar, la adolescente esperaba a don Martín Candia, su abuelo, un agricultor, mientras afuera una intensa lluvia caía.
Maribel y otras dos jovencitas de su edad subieron al motocarro del hombre y fueron confiadas a casa, sin embargo, una tragedia los esperaba en un puente en el barrio San Pedro.
El arroyo se desbordó y en un intento por cruzar el tramo, el biciclo volcó: los cuatro cayeron al cauce.
Don Martín y las dos menores salieron del agua a duras penas, mientras que Maribel era arrastrada por la corriente ante la impotencia desmedida de sus allegados.
A unos 300 metros y dos horas y media después de la búsqueda, su cuerpo desvanecido fue hallado. Rápidamente la auxiliaron, pero en el hospital se confirmó su deceso.
Según el diagnóstico médico del forense Gustavo Cabrera, la probable causa de muerte de la nena fue un traumatismo cerebro cervical, lo que significa que se golpeó el cuello.
Escenas de desesperación se vieron en el lugar. “La fallecida era muy querida, vivía con su abuelo, y provenía de una familia humilde”, contó a EXTRA el oficial Alfredo González, de la Comisaría 16.
Los profesores y demás miembros de la institución donde iba Mari la calificaron en redes sociales como un ángel. “Tu recuerdo de niña buena, calladita y con el alma pura quedará siempre intacto”, postearon. // EXTRA