Un recluso de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú presuntamente se hizo pasar por el secretario del obispo Ricardo Valenzuela y estafó por G. 50 millones al gerente general de la APF, aprovechando los trabajos de revitalización de la Basílica Santuario de Caacupé. Hay dos mujeres detenidas que estarían involucradas.
El reo de las mil voces estafó por G. 50.000.000 a la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y a su gerente general, Hugo Kuroki, según informó el comisario Flaminio Quinteros, jefe de Investigaciones del Departamento Central de la Policía Nacional, este miércoles.
Cristian Brítez, conocido como “el reo de las mil voces”, realizó una llamada telefónica desde la cárcel de Tacumbú al gerente general de la APF, haciéndose pasar por secretario de monseñor Ricardo Valenzuela. En esa condición, solicitó una donación, aprovechando las actuales obras de revitalización de la Basílica Santuario de Caacupé.
El comisario Flaminio Quinteros explicó a Última Hora que este tipo de donaciones son habituales por parte de la federación deportiva, por lo que el gerente general accedió, solicitando al supuesto secretario del obispo que le remitiera la documentación de retorno que avale la recepción de la donación. Al no tener respuestas, comenzó la sospecha, que terminó con una denuncia de Kuroki a la Policía Nacional.
Cristian Brítez, el reo de las mil voces, es conocido por imitar a personas para realizar estafas, según el comisario Quinteros.
Dos mujeres detenidas
A partir de dicha denuncia, el Departamento de Investigaciones dio seguimiento a la trazabilidad del dinero y pudieron llegar a dos mujeres que se encargaron de recibir la transferencia. Se trata de Yanina Elizabeth Acosta Ojeda, de 26 años, y Jessica Mabel Fernández Enciso, de 18, quienes habrían recibido la transferencia en su cuenta bancaria. Ambas se encuentran detenidas.
Además, se procedió al allanamiento de tres pabellones de la cárcel de Tacumbú, para llegar a Cristian Brítez. El reo de las mil voces ya está aislado, informó el comisario Quinteros.
Asimismo, supuestamente están implicados en el caso otros reclusos: Juan Echeverría y Javier Espínola, amigo y novio de Yanina, respectivamente.
En la celda de Espínola se encontró un papel con la anotación del número de cédula de la novia, lo que hace presumir que tuvo que ver con la operación, dijo a nuestro medio el jefe policial.
El comisario también informó que Yanina Acosta fue sancionada en dos ocasiones con la prohibición de ingreso a la Penitenciaría de Tacumbú, debido a sus intentos por introducir irregularmente G. 4 millones y G. 5 millones, respectivamente.
Entregaron dinero a una tal Katy
La mujer de 26 años señaló que su amigo Juan Echeverría contactó con ella para solicitarle recibir la transferencia de dinero. Negó, por su parte, la implicancia de su novio, Javier.
Como su cuenta bancaria tiene un límite de transferencia, Yanina contactó con Jessica Fernández, su amiga, la otra detenida, de 18 años, para pedirle que fuera ella quien reciba la transacción bancaria.
Tras el retiro de dinero, las indicaciones desde la penitenciaría fueron que de la totalidad se entreguen G. 49 millones en efectivo a una mujer de nombre Katy, en el Mercado 4. Por este “favor”, las dos mujeres se dividieron el millón restante en partes iguales (G. 500.000). Katy y los G. 49 millones desaparecieron.
“Cuando yo vi quién envió la transferencia, me llamó la atención y le pregunté a mi amigo. Él me dijo que sí, que era una transferencia de supuesta donación, que no había nada malo y que le lleve a una señora que se llama Katy hasta el Mercado 4. Le llevamos G. 49 millones. Yo me quedé con G. 1 millón, dividimos G. 500.000 para mi amiga y G. 500.000 para mí”, dijo a NPY Yanina en su carácter de detenida.
Agregó que más allá de lo que le dijeron, se comunicó con su abogado y realizó una denuncia policial, que luego fue presentada en la Fiscalía N° 1 de Luque.
Las dos mujeres se encuentran detenidas en el Departamento de Investigación de Hechos Punibles del Departamento Central.
No es la primera vez que se realiza una estafa a nombre de monseñor Ricardo Valenzuela. La Diócesis de Caacupé advirtió en más de una ocasión sobre este tipo de delitos a través de mensajes y llamadas, y aclaró que no se realizan pedidos de donaciones a través de terceros.
En julio de este año, emitió un comunicado al respecto y otro en mayo, cuando falsos “voluntarios” pidieron dinero para pintar la basílica.
La Basílica Santuario de Caacupé comenzó esta semana trabajos de revitalización, que se enfocan en la conservación y el embellecimiento del edificio eclesiástico, y para cubrir los gastos de la iniciativa, informaron que apelarían a la colaboración de los fieles.
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