El periodista británico Raphael Rowe, quien mostró en la plataforma Netflix cómo era el interior de la cárcel de Tacumbú, se hizo eco de la última revuelta de las personas privadas de libertad que terminó en una masacre con decapitaciones
El periodista británico Raphael Rowe, de la serie “Inside The World’s Toughest Prisons” (Dentro de las cárceles más duras del mundo) emitida en la plataforma de streaming Netflix, compartió en sus redes sociales un video del motín de los internos de la cárcel de Tacumbú, donde hasta la fecha fueron contabilizadas siete personas muertas, de la cuales tres fueron decapitadas.
“Anoche estalló un violento motín en la Penitenciaría de Tacumbú en Paraguay, donde filmé un episodio. Este video me lo envió una fuente privilegiada. También me han enviado un video bárbaro de la decapitación de un prisionero. No lo compartiré porque es horrible. Me han dicho que han muerto 7 hombres y 3 fueron decapitados. Dije al final de la película que la prisión explotaría. Y lo ha hecho. La razón del motín fue en represalia de una pandilla después de que los prisioneros informaron a los guardias del plan de escape de un jefe del cártel”, escribió el miércoles.
Raphael Rowe (@areporter en Twitter e Instagram) estuvo 12 años en una prisión de máxima seguridad en el Reino Unido por delitos que no cometió. Fue acusado de asesinato y una serie de robos, y tras años de apelar consiguió su libertad. Pero la dura experiencia lo llevó a trabajar para la BBC, y a crear una de las series documentales más impactantes de las pantallas.
“Nunca antes vi nada como Tacumbú”, dijo Rowe en entrevista con los medios tras la amplia repercusión obtenida del episodio emitido en Netflix.
El periodista describió que ver a gente que cometió crímenes durmiendo en el piso, al aire libre, con otras personas con delitos menores, es inusual. También creyó sorprendente que hay emprendedores internos, presos que aparte de vender drogas, venden sándwiches, mermeladas y otros productos, todo con el aval de los guardias. Otro detalle increíble para Rowe fue que la gente anda con cuchillos “como si nada”, dentro de la penitenciaría.
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