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La dictadura de Nicolás Maduro envió una acusación a la Fiscalía General contra los representantes designados por el presidente interino por «traición a la patria», «usurpación de funciones» y «actos terroristas»

El Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora, denunció «una nueva acción de intimidación, amedrentamiento y persecución del régimen» de Nicolás Maduro contra los embajadores designados por el presidente interino, Juan Guaidó, en el exterior.

El diputado Francisco Sucre, presidente de la Comisión de Política Exterior, Soberanía e Integración de la Asamblea Nacional, mediante un comunicado, informó que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista envió una carta a la Fiscalía General para acusar de «traición a la patria», «usurpación de funciones» y «actos terroristas» a los representantes del gobierno interino en el exterior.

Gustavo Tarre Briceño, Carlos Vecchio, Julio Andrés Borges, Humberto Calderón Berti, Claudio Sandoval, Fabiola Zavarce, Carlos Scull, René De Sola Quintero, Elisa Trotta Gamus, Orlando Viera Blanco, María Teresa Belandria, Guarequena Gutierrez, María Faría, Antonio Ecarri y Otto Gebauer, son los funcionarios que se desempeñan en el extranjero, acusados por la dictadura.

La denuncia presentada ante la Fiscalía chavista también apunta contra Edgar Zambrano e Iván Stalin González, integrantes de la directiva del Parlamento, de mayoría opositor.

«Esto se constituye en un nuevo atropello por parte del régimen usurpador de Nicolás Maduro Moros y una nueva muestra de que en Venezuela no hay justicia, habida cuenta que el Poder Judicial se encuentra supeditado a los deseos del usurpador y sus acólitos», señaló Sucre en su comunicado.

El diputado opositor aseguró que el régimen de Maduro «trata de criminalizar a quienes luchan por el cese de la usurpación fuera de nuestras fronteras, dejando claras dos cosas, la primera, la naturaleza totalitaria del régimen y segundo pero más importante, su miedo y debilidad frente a la acción de los emisarios de la libertad y la Democracia venezolana, del cese de la usurpación, la instalación de un gobierno de transición y la celebración de elecciones libres, y de la coalición de 54 Estados que reconocen a Juan Guaidó como Presidente Encargado de la República».

Por este motivo, el Parlamento solicitó a los gobierno del mundo permanecer alertas «y solidarios con la causa venezolana y dispuestos a elevar aún más la presión sobre el régimen forajido y usurpador» de Maduro, en caso de producirse alguna arremetida contra los representantes diplomáticos de Guaidó.

«Del mismo modo llamamos la atención del Grupo de Lima y del Grupo Internacional de Contacto (GIC) a los fines de que tomen nota de este hecho que recuerda las más funestas dictaduras de la historia reciente de la humanidad, frente a las que la única negociación posible para la recuperación de la Democracia, la Libertad y el Estado de Derecho en Venezuela pasa por la inmediata salida de Nicolás Maduro y así provocar el cese de la usurpación», agregó Sucre.

El domingo, luego de un encuentro que mantuvieron sus embajadores en Bogotá, Guaidó, a través de Twitter, aseguró que los diplomáticos «estarán acompañando desde el ámbito internacional» la fase definitiva de la Operación Libertad.

El presidente interino indicó que durante la reunión en la capital colombiano «se afinaron detalles para redoblar la presión» rumbo al 1 de mayo y el «cese de la usurpación».

Julio Borges, uno de los funcionarios opositores que está incluido en la lista de denunciados por el chavismo, reconoció que no ve a Maduro en el poder hasta fin de año.

«No veo la posibilidad de que Maduro permanezca en el poder para fin de año (…) Hablando objetivamente, le es imposible superar todas las dificultades internas y externas que enfrenta», manifestó el ex jefe de la Asamblea Nacional durante una entrevista con Bloomberg, en Nueva York.

«Están sucediendo muchas cosas invisibles (…) Estamos empezando a ver algunos signos muy claros de división concreta o fracturas dentro del establecimiento político y de las fuerzas armadas», añadió.

Por su parte, descartó la posibilidad de discusiones con el régimen sobre una transición: «Maduro está absolutamente cerrado a las negociaciones y está siguiendo el guión de Guerra Fría de Cuba que dice que solo tienen que resistir para poder permanecer en el poder». // Infobae