En pos de la gobernabilidad, Añetete quiere mantener el acuerdo con el llanismo, bloque en el que milita el senador acusado de uso indebido de influencias. El sector se resiste a perder una banca.
Una de las principales trabas para la pérdida de investidura del senador liberal Dionisio Amarilla tiene que ver con el pacto abdocartollanista para la renovación de las autoridades en el Congreso.
El acuerdo consistía en la elección del colorado Silvio Ovelar en la presidencia del Congreso para el primer periodo, que culmina en junio próximo, y luego ceder el lugar a un referente del llanismo.
Los abdistas revelaron varias veces que el propio Mario Abdo Benítez está interesado en seguir con el acuerdo en busca de la gobernabilidad.
Justamente Amarilla integra el bloque llanista, y este sector no está dispuesto a perder una banca, por lo que pone en aprietos a los de Añetete.
En el caso que corra la expulsión del senador acusado por el uso indebido de influencias, el espacio quedará para otro liberal, pero efrainista, Eusebio Ramón Ayala.
Este ya estuvo preparando su traje para reemplazar por un par de meses al suspendido Paraguayo Cubas, quien volverá en 15 días.
Los llanistas aún no se recuperan del desaire por parte de Añetete, por el caso del ex contralor Enrique García.
Este último gozaba del pleno apoyo del bloque de Blas Llano y Amarilla, ambos muy unidos, y su salida provocó el distanciamiento con los senadores abdistas.
El propio Ovelar casi rogando había manifestado semanas atrás su intención de que siga en pie el acuerdo con el llanismo, y la puja sería entre Blas Lanzoni y Llano.
ANTECEDENTES. Amarilla está en el ojo de la tormenta por su vinculación con Óscar Chamorro, directivo de empresas de seguridad interesado en una millonaria licitación con el Instituto de Previsión Social.
Tras saltar el escándalo mediante videos difundidos por el periodista Juan Carlos Lezcano, quien denunció que Amarilla medió para, mediante soborno, parar la publicación del presunto negociado entre IPS y la empresa de Chamorro, el presidente de la República canceló la licitación. Mientras tanto en el Senado comenzaron movidas para pedir la expulsión de Amarilla. Los primeros en hacer el planteamiento fueron los integrantes de la comisión de escrache, quienes entregaron una nota dirigida al titular del Congreso exigiendo la pérdida de investidura del llanista.
23. El número clave que se necesita en el Senado es 23 para que haya cuórum para una sesión. Hasta el momento son 18 los opositores que están a favor de la pérdida de investidura de Amarilla.
El jueves pasado, el partido Patria Querida presentó la nota que fue derivada a la Comisión de Asuntos Constitucionales. Además de PPQ acompañan la solicitud el efrainismo liberal, el Partido Democrático Progresista, Hagamos y Frente Guasu.
Según Desirée Masi, la sesión extraordinaria se podría realizar la próxima semana, dependiendo de los números.
Uno de sus pedidos a Marito fue que no encubra ni trabe el proceso que se tiene que hacer en el Senado, en torno a la situación de Amarilla.
Los votos de los colorados sin duda van a ser determinantes a la hora de la definición de la pérdida de investidura del liberal.
Los cartistas hasta el momento no opinaron, aunque una mayoría coincide en que se tiene que investigar.
En Añetete, cuyo líder Abdo Benítez habla de luchar contra la corrupción caiga quien caiga, tampoco se animan a emitir una postura. // Ultima Hora