Ciudad del Este vivió una jornada inolvidable durante el recibimiento a turistas este fin de semana. Un momento espontáneo, protagonizado por un policía con alma de artista, se convirtió en el centro de todas las miradas.

En una tarde cálida y vibrante, la frontera más dinámica del país se llenó de música, color y sonrisas con la jornada especial de bienvenida a turistas en Ciudad del Este.

Sin embargo, entre los números artísticos, los discursos y la algarabía general, lo que realmente se robó el corazón del público fue algo totalmente inesperado: un uniformado que cambió la patrulla por el micrófono y arrasó.

Todo comenzó como una jornada más de servicio para los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, encargados de garantizar la seguridad del evento.

Entre ellos, un suboficial mayor Edgar Gustavo Ramírez Bazán, conocido entre sus compañeros no solo por su vocación, sino también por su talento vocal. Y fue justamente ese talento el que salió a relucir cuando uno de los organizadores lo reconoció y se le acercó con una sonrisa cómplice:

—“Amigo, yo sé que vos cantás bien… ¿te animás a regalarnos una canción?”.

El silencio duró apenas lo necesario para que el suboficial consultara a sus superiores y obtuviera la venia. Minutos después, ante una multitud que no sabía lo que se venía, subió al escenario con paso firme y humilde. Con el micrófono en mano, se presentó con humor y corazón:

“Me dicen Bronco… y sí, el nombre me va quedando bien”.

Su voz potente y llena de emoción captó la atención de todos en la plaza, mientras interpretaba un tema clásico del grupo Bronco, el mismo que inspiró su apodo. En segundos, los presentes sacaron sus celulares para filmar al agente policial.

No era solo un policía cantando; era un hombre entregando el alma, desnudando un sueño largamente contenido y recordándole al público que detrás del uniforme también habita un corazón vibrante.

El video ya circula en redes sociales y ha desatado una ola de cariño. Algunos ya lo llaman el “Bronco de la frontera”, y no falta quien sueñe con verlo haciendo shows como artista.

La jornada cerró entre abrazos, selfies y promesas de volver. Pero, sin duda, el eco de aquella voz que surgió entre patrullas y protocolos seguirá resonando, recordando que a veces, lo extraordinario ocurre cuando menos se espera.

//Ultimahora.com.


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