El Presidente celebró el resultado favorable con un discurso en la Casa Blanca en el que felicitó a su equipo legal, destacó el estado de la economía y criticó a sus detractores.

Donald Trump celebró este jueves su absolución en el juicio político en su contra y reiteró que “no hizo nada malo”. En un discurso en la Casa Blanca, en el que estuvo rodeado de sus partidarios, el Presidente aseguró que al presentar los cargos, los demócratas tenían objetivos políticos ulteriores, felicitó a los partidarios que intercedieron a su favor durante el proceso -su equipo legal y los legisladores republicanos- y criticó a sus detractores.

“Pasé un calvario, no he hecho nada malo”, aseguró Trump, quien fue recibido con una ovación de pie por parte de los presentes. A continuación, el Presidente aseguró que ha sido objeto de persecución política desde el día en el que anunció su candidatura presidencial: “La caza de brujas empezó cuando bajamos la escalera mecánica”, en alusión a la puesta en escena que protagonizó en 2016 para comunicar su intención de competir en las elecciones de ese año.

Trump luego recapituló las distintas controversias en las que su administración se vio involucrada a lo largo de los años, hasta llegar al juicio político. Entre ellas destacó la acusación de que su campaña aceptó la colaboración del gobierno ruso para ayudar a su elección. “Fue todo basura”, expresó.

En otro pasaje de su locución indicó que si bien hizo cosas mal, aunque no deliberadamente”, las acciones por las cuales fue acusado -retener ayuda militar a Ucrania a cambio de que el gobierno investigara a su rival político y posible candidato presidencial demócrata, Joe Biden- no estaban entre ellas. “Al final, este fue el resultado”, dijo mientras mostraba la portada del Washington Post con la leyenda “Trump Absuelto”. “Tal vez lo encuadre. Es el único titular favorable que voy a tener del Post”, dijo.

El Presidente también dedicó tiempo de su discurso a criticar a sus rivales demócratas. Hizo especial énfasis en la titular de la Cámara de Representantes -controlada por la oposición- Nancy Pelosi y quien lideró el proceso de juicio político en ambas cámaras, Adam Schiff. “Son personas horribles. Pelosi quería enjuiciarme hacía tiempo. Dice que reza por mí. Seguramente lo haga, pero con otro propósito. Dudo que rece en primer lugar”, expresó.

Trump ya había hecho alusión a Pelosi en la mañana, cuando ambos participaron en el tradicional “Desayuno de Oración Nacional”, que tiene lugar todos los años en Washington. Allí, y a solo unos asientos de donde se sentaba la demócrata, Trump dijo: “No me gusta la gente que usa su fe como justificación para hacer cosas que saben que esta mal ni que usa frases como ‘rezo por vos’ cuando saben que no es así”.

Poco después, en un contacto con la prensa, Pelosi respondió a la acusación velada: “Fue completamente inapropiado, especialmente en el Desayuno de Oración Nacional. No sé que entiende de la oración o de la gente que ora, pero rezamos por los Estados Unidos. Rezo mucho por el porque se ha alejado demasiado de la Constitución, nuestros valores, nuestro país”.

Trump criticó también al partido demócrata en general e hizo referencia al fiasco electoral que tiene lugar en el estado de Iowa, donde todavía no se ha anunciado al ganador de la primera primaria de la carrera: “No pueden contar votos y se quieren hacer cargo de su seguridad social». Inmediatamente, realizó un contraste con el estado del republicanismo, que, aseguró “está en el momento más fuerte de su historia”. “Eso incluye a Abraham Lincoln, que aunque nadie se acuerde era parte del partido demócrata”, dijo.

El único republicano que estuvo en el extremo receptor de las críticas fue Mitt Romney, el único senador que votó el jueves a favor de sentenciar al Presidente. Hablando con el otro senador del estado de Utah, Mike Lee, Trump le aseguró que era “el senador más popular del estado» y sostuvo que los índices de aprobación de Romney estaban bajando: “Lo siento por él”, dijo.

Tras ser absuelto en la Cámara Alta, Trump publicó un video en el que acusó a Romney de actuar como un “agente secreto de los demócratas” y aseguró que el senador “trató de infiltrarse en la Casa Blanca en 2016”, en referencia a las reuniones que ambos sostuvieron cuando era voceado como posible secretario de Estado, cargo que finalmente quedó en manos de Rex Tillerson al inicio del mandato.

Para finalizar, el Presidente destacó que el día era uno “para celebrar” porque “pasamos por un infierno”. Sin embargo, vaticinó que los demócratas “tratarán de inventar alguna otra cosa” para removerlo de su cargo. “Van a hacer lo que puedan porque en vez de curar al país, quieren destruirlo. No podemos dejar que eso suceda”, concluyó.

Fuente; Infobae