La doñita avisó a todos que el cumple terminaba a la hora del partido y coronó su festejo con la victoria de su amado Olimpia.

La costura y sus tres hijos toda su vida fueron el motivo de sus sacrificios. Para su familia, doña Celia Rojas es la mamá guasu para sus hijos y sobrinos, al ser la única hermana viva entre los seis hermanos que crecieron juntos en Isla Pucú, departamento de Cordillera.

El festejo anticipado fue el domingo, ayer cumplió 103 años y lo hizo rodeada de sus tres hijos, cinco nietos, dos bisnietos, sobrinos, sobrinos nietos, amigos y vecinos, que compartieron con ella un rico asado hasta la tardecita, cuando todos empezaron a retirarse, pues ella tenía una cita con su amado Olimpia.

«Cuando llegó la hora del partido dijo luego que se suspendía el festejo, que tenía que escuchar el partido porque ella ya no ve bien, pero sí escucha», expresó entre risas Marcos, uno de su nietos.

Celia nació en Isla Pucú y toda su vida se desarrolló en ese escenario. Modista de profesión, crio sola a sus tres hijos, todos varones. Marcos contó a EXTRA que si bien la memoria ya le falla un poquito y algunos rostros tiende a olvidar, el único amor que mantiene en su memoria es su club. «¡Já!, de Olimpia no se olvida, ¡jamás! Le pregunté quién iba a ganar y me dijo Olimpia toda la vida», expresó Marcos.

La abuelita ya no camina, su movilidad depende de una silla de ruedas, pero eso no impidió que el domingo esté de aquí para allá sacándose fotos como una quinceañera. Hasta hoy día vive con el pahagüe entre sus hijos, don Ramón. Antonio y el mayor, Dimas González, tuvieron que viajar varios kilómetros para verla, aunque la mayoría de sus familiares vive en Caacupé.
//Extra.com.py.