Aida María Villalba, quien se desempeñaba como trabajadora doméstica en la casa del fallecido ex fiscal Javier Ibarra, brindó su testimonio y se declaró inocente. Ella aseguró que no tocó nada en el lugar del hallazgo del cuerpo. «Ese día solo fui a trabajar», afirmó.
La única detenida e imputada por la muerte del ex fiscal Javier Ibarra, Aida María Villalba, lamentó este viernes que haya sido involucrada en el caso y pidió que se esclarezca el hecho.
La trabajadora doméstica dio su versión en una entrevista para NPY y reveló que en la mañana que encontró a su patrón muerto con lo único que había entrado en contacto fue con la mascota del fallecido, que estaba en la calle cuando llegó a la vivienda.
Aseguró que en ningún momento entró en contacto con el arma de fuego, que hasta el momento está desaparecida y que habría sido utilizada en la muerte de Ibarra. De acuerdo con las pericias, se trataría de una pistola semiautomática calibre .22.
«Al perrito lo que le alcé porque se quería escapar. Le agarré, le alcé y le llevé a su lugar. El arma no estaba luego ahí, solamente el celular que estaba sonando a su lado y una cajetilla de cigarrillo», afirmó la mujer.
Villalba reiteró que cuando llegó a la vivienda de Javier Ibarra, a las 07:00 del 25 de noviembre pasado, ya encontró frente al domicilio al casero Máximo Torres y que en ese momento no le pareció llamativa su presencia, puesto que concurre normalmente a la casa.
Insistió que en ese momento ambos ingresaron juntos a la vivienda, encontrando el portón principal semiabierto, y que tras escuchar el sonido de un celular, el casero primero se asomó a la cocina, donde encontró tendido en el suelo al fallecido.
«Yo me asusté y empecé a llorar», manifestó y acotó que en ningún momento perdió de vista a Torres, a quien le prestó su teléfono celular para dar aviso del hecho a la ex esposa del ex fiscal y a la Policía Nacional.
«No entiendo por qué me quieren culpar. Por qué motivo yo tendría su arma. Se allanó mi alquiler y yo no tengo nada de valor, solamente trabajo para mantener a mi familia. No tengo nada de valor y jamás había tocado dinero ajeno», prosiguió.
Aida María Villalba fue detenida porque la prueba de antimonio, de residuos de disparos, en su mano izquierda dio positivo.
El fiscal Gerardo Mosqueira, uno de los encargados del caso, alegó que la trabajadora doméstica habría estado en contacto con el arma utilizada. Posteriormente, fue imputada por hurto especialmente grave.
Máximo Torres, por su parte, dio negativo. Sin embargo, los domicilios de los dos trabajadores fueron allanados por la Fiscalía.
En principio, la hipótesis fue un posible sicariato, pero esto fue perdiendo fuerza luego de que la comisaria Rossana Chávez, del Departamento de Criminalística, dio a conocer el resultado de la prueba de nitritos y nitratos que se le practicó a Ibarra.
La jefa policial sostuvo que la prueba detectó restos de pólvora en la mano de Ibarra, con lo que cobró fuerza la sospecha de un suicidio. Hasta el momento, no se descartan las dos teorías.
El caso es indagado por un equipo de fiscales conformado por Gerardo Mosqueira, Andrés Arriola y Julio Ortiz.
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