El Día de la Guarania se celebra cada 27 de agosto y desde el 2015 para honrar el natalicio de su creador, José A. Flores (1904-1972). Este 2025 también se cumplen 100 años de la primera guarania compuesta por el maestro, Jejuí.

El poeta, periodista, docente, traductor, investigador de la música paraguaya y conferencista paraguayo, Mario Rubén Álvarez, relató a Última Hora que Jejuí es la primera guarania compuesta por José A. Flores, de la cual solo se conservaron cinco compases por mucho tiempo y gracias al maestro Miguel Ángel Echeverría se pudo rescatar el resto de la obra.

Álvarez menciona, en un podcast realizado por Última Hora, llamado Las voces de la memoria, la historia de 10 guaranias emblemáticas, que Flores buscaba retractar el alma melancólica y manera de ser de los paraguayos, “taciturnos, ensimismados, viviendo más para adentros que afuera y creó la primera guarania por el río Jejuí que está en San Pedro”.

Asimismo, indicó que Jejuí fue compuesta para trío de violín, chelo y piano y que fueron músicos europeos los que estrenaron la obra: Alfredo Brand, piano; Alfredo Kamprad, violín y Erik Piezunka, cello, con presencia del entonces presidente Eligio Ayala en 1925, quien al escucharla dijo que la obra tenía un porvenir y que a su autor lo esperaban días de fama y de esplendor.

La historia de José Asunción Flores

Según explica el escritor, periodista y director del Ateneo Cultural José Asunción Flores, Antonio V. Pecci, el músico nace el 27 de agosto de 1904 y su infancia transcurre en el barrio popular de la Chacarita, en Asunción; hijo de Magdalena Flores y Juan Volta, quien no se hace cargo del niño.

La madre le da el nombre de José Agustín y gran parte de su niñez pasa trabajando como un “niño de la calle”, lustrando zapatos, vendiendo diarios, contribuyendo a la economía familiar.

A los 12 años la madre lo lleva junto al comandante de la Guardiacárcel en la Policía, para que aprendiera un oficio, de donde es derivado con otros niños vagabundos como ayudantes de la Banda de Policía e integran una banda lisa.

El propio Flores refiere que su historia musical empezó robando un pedazo de pan de un negocio de las cercanías de la parroquia de San Roque, eso determinó que José fuera a una comisaría y de allí, como “castigo”, en carácter de aprendiz en la banda de música de la Policía de la capital, según recoge la Secretaría Nacional de Cultura.

En 1925, después de experimentar diferentes arreglos con el viejo tema musical paraguayo Maerãpa reikuaase, empezó a trabajar en el nuevo género musical que llamó guarania.

El compositor sintió una necesidad, interpretando exactamente el sentir paraguayo y su primer tema fue Jejui. El propósito que lo acompañó en este nuevo género fue identificar el sentir del pueblo paraguayo con la música. “La guarania es de mi pueblo, escrita para y por mi pueblo. José Asunción Flores”

“A la vez que inicia el trabajo de escrituración correcta de la música paraguaya hacia 1923, también comienza a experimentar en la búsqueda de un ritmo que expresara el sentimiento de la gente de la tierra, su naturaleza, su historia, sus luchas, sus alegrías y sufrimientos”, menciona Pecci.

Jejuí es una pieza no cantada que fue estrenada en el Hotel Cosmos, actual Asunción Palace Hotel, de Colón y Estrella. La misma fue ejecutada de manera impecable por un trío de músicos alemanes residentes en el país: Alfredo Brand, piano; Alfredo Kamprad, violín y Erik Piezunka, cello, según detalla el periodista.

Sus obras más importantes
Entre las obras más importantes de José Asunción Flores se encuentran India, Cerro Corá y Panambí Verá, que compuso junto al poeta Manuel Ortíz Guerrero, tras conocerse en 1928.

Flores se enroló para servir al Ejército Paraguay en la Guerra del Chaco, en 1932, combatiendo en el frente de batallas, como sirviente de pieza de una ametralladora pesada en Boquerón, al mando del capitán Luis Vallejos.

Luego del conflicto armado, la inestabilidad política en Paraguay hace que Flores se mude a Buenos Aires. Mientras vivía allí, sus temas se difundían por todo Paraguay y el género guarania se convertía en éxito, confirmando la originalidad y creatividad de los trabajos de Flores.

En 1944, el 24 de julio, la canción India, con letra inicial de Rigoberto Fontao Meza y luego con la definitiva de Ortiz Guerrero, también fue decretada por el gobierno paraguayo como “canción nacional”. En Buenos Aires, Flores trabajó con música clásica y compuso doce sinfonías.

Llegó a grabar muchas de sus composiciones en Moscú, con los más grandes directores y músicos soviéticos. Desde la filas del perseguido y salvajemente reprimido Partido Comunista Paraguayo, Flores fue un hombre comprometido con la militancia.

“Ne rendápe aju es, inequívocamente, la máxima expresión amatoria en la música popular paraguaya. Pertenece a Manuel Ortiz Guerrero y a José Asunción Flores y fue dedicada a Iluminada Arias, una beldad guaireña de la época en que fue escrita”, mencionan desde la Secretaría Nacional de Cultura.

Debido a la excelencia de su música y las contribuciones a la música del Paraguay y a su cultura, Flores fue galardonado con la Orden Nacional al Mérito en 1949.

Sin embargo, decidió no aceptar la distinción en protesta por el asesinato del estudiante Mariano Roque Alonso, en una manifestación contra el Gobierno. Debido a ello, fue tratado como “traidor a la Patria” por el gobierno y con la dictadura de Alfredo Stroessner, desde 1954 hasta 1989), a Flores se le negó el retorno al Paraguay.

En 1961, a pedido del gobierno stronista, el gobierno argentina procede a la detención Flores, quien es confinado a la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, a más de 600 kilómetros de la capital porteña, junto con el escritor Carlos Garcete. Tras una gran campaña de artistas y escritores de todo el mundo, son puestos en libertad, según reseña el periodista Antonio Pecci.

“Así vivió exiliado, impidiéndosele aún ya enfermo (víctima del mal de chagas), el deseo de ver su país y su gente antes de morir. Lo único que se permitió fue seguir pasando por radio las guaranias. Flores falleció en 1972, en Buenos Aires».

En 1991, ya sin Stroessner, Flores retornó a su amado Paraguay y sus restos reposan en la plaza homónima y de su amigo Manuel Ortíz Guerrero en la ciudad de Asunción.

Comenzado el siglo XXI es recordado como el mejor compositor y una de las más influyentes personalidades musicales de Paraguay.

La guarania fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2024, mediante la decisión tomada durante la 19ª Reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

//Ultimahora.com.


Deja una respuesta