El caso corresponde a una mujer que estuvo en Londres y volvió recientemente al país andino, informó la subsecretaria de Salud, Paula Daza.
Una mujer chilena que estuvo en Londres trajo a Chile la nueva cepa del coronavirus que circula en Gran Bretaña, informó el martes la subsecretaria de Salud, Paula Daza.
La nueva cepa del virus es mucho más contagiosa -entre un “40 y 70 por ciento” más que la ‘estándar’, según informaron autoridades científicas- aunque no se ha comprobado, hasta ahora, que sea más letal.
Daza precisó que la mujer estuvo en Gran Bretaña y llegó a Chile en un vuelo de la aerolínea comercial Iberia procedente de Madrid el 21 de diciembre. Al día siguiente abordó una aerolínea local y viajó a Temuco, 700 kilómetros al sur de Santiago.
La mujer, cuya identidad no fue informada, fue internada en un hospital de su comuna, al igual que sus contactos estrechos.
Daza explicó que el caso fue detectado porque la mujer dio positivo el 23 de diciembre a un examen para detectar el virus tomado en el aeropuerto. Al saberse que había estado en Gran Bretaña, se usó una muestra para “identificar la variante, es la misma encontrada en el Reino Unido”, añadió.
Chile cerró la terminal aérea el 20 de diciembre a todos los vuelos procedentes de Gran Bretaña y a los extranjeros que hayan estado en ese país en las últimas semanas. “Esta persona es una chilena que regresó a través de Madrid”, dijo Daza.
Las autoridades están buscando a todos los pasajeros que viajaron en el mismo vuelo hacia Temuco. Los pasajeros que viajaron desde Madrid con ella ya han sido identificados.
El gobierno de Chile dispuso como medida transitoria que desde el 31 de diciembre próximo todos los chilenos y extranjeros que ingresan al país deben hacer una cuarentena de 10 días.
Chile es uno de los distintos países de la región que cerraron sus fronteras aéreas a vuelos y pasajeros provenientes de Gran Bretaña.
No obstante las medidas tomadas, la nueva variante del virus ya ha sido detectada en numerosas naciones. Además de Chile, países europeos como España y Francia y asiáticos como Japón, Singapur e India, han anunciado lo propio.
Chile ha informado hasta el martes casi 604.000 casos positivos de covid-19, mientras que la cifra de muertos es 16.488. La curva de contagios se ha mantenido relativamente estable desde el pico, que tuvo lugar entre mayo y julio. Desde agosto los reportes han oscilado entre los 1.000 y 2.500 contagios diarios. Similar ha sido el caso de los decesos, que salvo excepciones se han mantenido por debajo de la barrera simbólica de los tres dígitos.
Chile se convirtió la semana pasada en el primer país sudamericano en comenzar a aplicar la vacuna contra el covid-19, luego de que arribara al territorio el primer cargamento del inoculante de Pfizer y BioNtech. Compuesto por 10.000 dosis, es usado para vacunar al personal médico que trabaja en Unidades de Tratamiento Intensivo con pacientes críticos en las regiones de La Araucanía, Biobío y Magallanes, en el sur de Chile, y a un tercio del personal médico en la Región Metropolitana, donde vive cerca de la mitad de la población total del país.
De haberse esparcido la nueva cepa de la enfermedad, Chile se convertirá en el último país en llevar a cabo la campaña de vacunación mientras intenta mitigar un posible número creciente de casos positivos y, en consecuencia, hospitalizaciones.
Los representantes de los principales laboratorios han indicado que es altamente probable que sus inoculantes también funcionen contra la nueva variante de la enfermedad. “Por todo lo que sabemos hasta el momento, y tras las discusiones que han tenido lugar entre expertos de las autoridades europeas”, la nueva variante del virus “no tiene ningún impacto en las vacunas” que siguen siendo “igual de eficaces”, dijo el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, a la cadena televisiva pública ZDF.
Más allá de ello, las farmacéuticas han comenzado a realizar los análisis pertinentes para confirmar la hipótesis. Y el CEO de BioNTech dijo que aún si este no fuera el caso, “podríamos ser capaces de proporcionar una nueva vacuna técnicamente en seis semanas”. En ese caso, los reguladores tendrían que volver a pronunciarse para aprobar la actualización del compuesto.
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