Gustavo Gómez, jugando todo el partido en Palmeiras y desperdiciando un penal en la prórroga, vio como Defensa y Justicia logró quedarse de forma épica la Recopa Sudamericana en territorio brasileño.
Defensa y Justicia argentino, campeón de la Copa Sudamericana de 2020, conquistó contra todo pronóstico su primera Recopa Sudamericana en la tanda de penales ante Palmeiras de Gustavo Gómez que jugó peor y vio igualada la ventaja de 2-1 conseguida en Buenos Aires.
En una final de tintes épicos, con dos expulsados, uno para cada equipo, y no exenta de polémica arbitral, el conjunto dirigido por Sebastián Beccacece dominó a todo un campeón de la Copa Libertadores y se llevó el torneo con justicia en el estadio Mané Garrincha de Brasilia.
Los argentinos consiguieron neutralizar in extremis la derrota sufrida hace una semana en Buenos Aires (1-2) con un latigazo desde fuera del área del lateral Marcelo Benítez, en el minuto 93 del tiempo reglamentario.
Antes, el mediapunta Raphael Veiga adelantó de penalti al equipo de Sao Paulo en el minuto 22 y ocho después el extremo Braian Romero empató el marcador para los halcones, que forzaron la prórroga en el tiempo de descuento cuando el Palmeiras se veía ya campeón.
En la decisiva tanda de penaltis, Luiz Adriano estrelló el balón en el palo y el portero Weverton lo mandó fuera para dar el título al combativo plantel argentino, que no falló ni un solo lanzamiento desde los once metros.
Defensa y Justicia empezó hiperactivo y asustó al Palmeiras en los primeros compases de la final.
Rotondi desbordaba por la izquierda, Bou chutó al aire dentro del área y Braian Romero disparó desviado. Parecía un vendaval. Todo ello en los primeros siete minutos.
Los brasileños achicaban agua como podían y encontraron en el contragolpe su mejor arma.
Wesley y Rony descubrieron dos autopistas a la espalda de la zaga argentina que aprovecharon para acercarse con peligro a los dominios de Unsain.
La fórmula dio resultado y en un fallo en la salida del balón de los visitantes, Raphael Veiga metió un pase al hueco medido para Rony, que entró en el área y, cuando estaba armando el disparo, Meza le cazó por detrás.
El árbitro uruguayo Leodán González no apreció penalti de primeras, pero el VAR le corrigió y decretó la pena máxima que Veiga se encargó de convertir en el minuto 22.
El conjunto paulista se veía ya con el título en la mano, pero Defensa y Justicia, con una moral inagotable, se sobrepuso casi al instante y empató en menos de diez minutos.
Pizzini recibió en el área y se sacó un pase de la nada para que Braian Romero, de primeras, colocara la pelota al fondo de la red.
Los halcones pudieron haberse puesto por delante en una doble ocasión de Romero y Benítez que desbarató con acierto el portero palmeirense.
Defensa se asentaba sobre el césped del Mané Garrincha. Palmeiras sobrevivía a base de chispazos esporádicos en ataque y una defensa que temblaba cada vez que Romero se asomaba por el área.
El plantel de Beccacece tuvo más posesión, finalizó más y pateó más al arco en el primer tiempo.
En la segunda parte se repitió el mismo guión. Pizzini y Romero, socios en perfecta sintonía, continuaban poniendo en apuros a la zaga paulista.
Los pupilos de Abel Ferreira se veían incapaces de imponer su ritmo de juego y lo apostaron todo al contragolpe.
El preparador portugués no le gustó lo que estaba viendo y dio entrada a Mayke y Gabriel Veron, uno de los jóvenes más prometedores del fútbol brasileño.
Pero la final se complicó aún más para los intereses de la escuadra verdiblanca con la roja directa de Viña por una patada a Meza en la espalda, en el minuto 68. El VAR fue de nuevo el que dio el chivatazo al colegiado.
El banquillo del Palmeiras era un manojo de nervios y el preparador físico también acabó expulsado.
Defensa se lanzó al ataque en la recta final, aunque Palmeiras siguió llevando peligro a la contra. Veron tuvo la sentencia en sus botas, pero no supo definir ante Unsain.
El partido se calentó en los últimos minutos, con entradas duras por parte de ambos equipos. Los brasileños necesitaban templanza y los argentinos un gol para forzar la prórroga que llegó en el tiempo de descuento con un misil de Benítez desde fuera del área.
Ya en la prórroga, el VAR pitó otro penalti sobre Rony, que desencadenó un enfrentamiento entre jugadores de ambos equipos por el que fue expulsado Braian Romero.
Sin embargo, Unsain adivinó el disparo del central paraguayo Gustavo Gómez y evitó un gol que podría haber valido el título para Palmeiras.
En igualdad numérica, la final se enfrió y se fue a los penaltis, que terminaron de coronar a Defensa y Justicia.
– Ficha técnica:
1.Palmeiras: Weverton; Marcos Rocha (m.105 Luiz Adriano), Luan, Gustavo Gómez, Matías Viña; Patrick de Paula (m.83 Felipe Melo), Danilo, Raphael Veiga (m.77 Gabriel Menino); Rony, Wesley (m.63 Gabriel Veron) y Breno Lopes (m.63 Mayke).
Entrenador: Abel Ferreira.
2.Defensa y Justicia: Ezequiel Unsain; Matías Rodríguez (m.105 Emanuel Brítez), Adonis Frías, Fernando Meza y Marcelo Benítez (m.112 Néstor Breitenbruch); Francisco Pizzini (m.85 Miguel Merentiel), Raúl Loaiza (m.77 Gabriel Hachen), Enzo Fernández y Carlos Rotondi (m.80 Eugenio Isnaldo); Braian Romero y Walter Bou (m.105 Lautaro Escalante).
Entrenador: Sebastián Beccacece.
Goles: 1-0, m.22: Raphael Veiga; 1-1, m.30: Braian Romero; 1-2, m.93: Marcelo Benítez.
Tanda de penaltis: 1-0: Gabriel Menino, gol. 1-1: Frías, gol. 1-1: Luiz Adriano, al palo. 1-2: Merentiel, gol. 2-2: Gustavo Gómez, gol. 2-3: Isnaldo, gol. 3-3: Rony, gol. 3-4: Enzo Fernández, gol. 3-4, Weverton, fuera.
Árbitro: el uruguayo Leodán González expulsó a Matías Viña y Braian Romero y amonestó a Wesley, Patrick de Paula, Marcelo Benítez, Marcos Rocha y Rony.
Incidencias: partido de vuelta de la final de la Recopa Sudamericana, jugado en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia, sin espectadores por la pandemia del coronavirus. // D10