Un joven constructor fue condenado por ser supuestamente cómplice de su novia, quien era cajera en un conocido shopping de Saltos del Guairá.

Marco Antonio Paredes Roa pasó tres años en la cárcel, condenado por ser supuesto cómplice de su novia, Jéssica Monserrat, en un hecho de apropiación y estafa, ocurrido en 2018, pero resultó que el muchacho cumplió la pena siendo inocente.

Tras un nuevo juicio, que culminó el jueves, el joven fue sobreseído y con su familia analizará qué medidas tomar por esta injusta condena, informó el corresponsal Carlos Aquino.

Según la denuncia realizada por los dueños de un conocido shopping de Saltos del Guairá, Jéssica se apropió de G. 2.000 millones a lo largo de dos años de trabajo. En su poder habían encontrado 2.200 dólares, guardados en su ropa interior.

Los dueños acusaron a Marco Antonio de gastar el dinero robado por su entonces pareja. La chica falleció durante el juicio, durante la pandemia. Pero los empresarios seguían acusando al joven.

En el último juicio la empresa no presentó ninguna prueba de que al muchacho, un joven constructor, haya sido cómplice. Eso sí, Marco dijo que iba a buscarle a su novia a la salida.

“Nunca perdí la confianza en la justicia, pero sí contra algunos jueces que me condenaron. Estuve en la cárcel siendo inocente. A pesar de que somos humildes trabajadores, logramos demostrar mi inocencia y agradezco al tribunal que no cedió a las presiones ni al poder económico de este brasileño (el empresario). Ahora con mi abogado vamos a analizar cual será el siguiente paso que vamos a dar”, indicó Paredes Roa.

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