Artesano ya exportó sus productos a más de 15 países. Usa hueso, acero de discos de arados o elásticos viejos.

Donde algunos ven basuras, Pedro García Miró, de Cuchillería Don Juan, ve oro ku’i, ya que el 80 % de sus finos trabajos son de materiales reciclados.

“Mi filosofía es: de chatarra hacer joyas, por eso uso elástico de autos, discos de arados, de machete viejo, hueso de caballo y partes de motos, pero también uso acero nuevo”, dijo el artesano, que ya exportó sus productos a más de 15 países.

Su proyecto inició en el 2019, después de que no pudo comprar un cuchillo por su elevado costo.

“Aunque no crean, no podía pagar un cuchillo, así que empecé a fabricar uno, que no me salió bien, luego volví a hacer y ese vendí, me pedían más y ahí vi que podía dedicarme a esto. Primero fue como un pasatiempo, pero en el 2020, renuncié a mi trabajo como docente en una universidad y me dediqué de lleno a mi emprendimiento”, contó.

Su local tiene en el centro de Carapeguá y el nombre es en honor a su abuelo Juan, quien le regaló su primer cuchillo “Rambo”, cuando tenía 14 años.

“Lo tengo hasta ahora y por eso creo que más que un cuchillo, lo que yo hago es una reliquia, pues cuando ya no estemos en este mundo, nuestro cuchillo quedará como recuerdo a las demás generaciones”, dijo el artesano.

Todos diferentes
Su ley es no hacer dos cuchillos iguales, sino todos diferentes y que tengan algo característico del dueño, ya sea su hobby, club, nacionalidad o nombre.

Los precios van desde G. 750.000 hasta G. 2.000.000, pero asegura que son eternos.

También hace restauraciones de machetes, cuchillos, entre otros. Para pedidos, llamar o escribir al (0981) 745-041.

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