El MEC se había comprometido a reparar las 5 aulas con las que cuenta la institución. Las aulas móviles proveídas fueron destruidas por las tormentas. Padres de familia esperan mejor infraestructura para el 2017.

Alumnos de la Escuela Básica 7614 Pablo Ibáñez, ubicada en el asentamiento del mismo nombre, en el distrito de Gral. Resquín, San Pedro, están culminando el año escolar debajo de los árboles, ante la promesa incumplida del MEC de reparar las 5 aulas con que cuenta la institución y que fueron clausuradas por los padres ante el peligro de derrumbe.

Parte del techo de una de las aulas se vino abajo el pasado 26 de junio. Felizmente ocurrió a la madrugada, cuando nadie se encontraba en el lugar; ante esto, los padres decidieron clausurar este pabellón de 5 aulas porque era un peligro seguir utilizándola ante el peligro de derrumbe, por lo que tuvieron que entrar en una aula a medio terminar y los demás grados seguir bajo los árboles en el patio de la institución.

Desde entonces, según Sindulfo Barboza, presidente de la comisión de padres, presentaron notas en la Municipalidad local, la Gobernación y el MEC, y no hubo respuesta, cuando la prensa de hizo eco de la situación por la que estaban atravesando. El Ministerio de Educación se comprometió en que esta institución iba ser la primera en la lista para ser reparada; inclusive vinieron los técnicos a verificar todo, pero semanas después recibieron la noticia de que iban a seguir esperando porque había otras escuelas que serán priorizadas, pero que recibirían dos aulas móviles.

Ante esta situación, según los padres, no tuvieron otra opción que resignarse y aceptar que sus hijos terminen sus estudios bajo los árboles.

«Se trajeron dos aulas móviles, pero tuvimos una tormenta y se destruyeron por completo. Ya no sabemos dónde recurrir y es una pena que el ministro Enrique Riera nos haya mentido de que repararían las aulas. No se hizo nada, pero ya decidimos que si no arreglan para el año próximo no vamos a iniciar las clases. Por más pobres que seamos, nuestros hijos merecen recibir una buena educación, bajo un techo y no bajo los árboles», expresó Barboza.

Esta institución cuenta con 100 alumnos, muchos de ellos indígenas. La directora Gilda Espínola lamentó la situación y espera contar con aulas para inicios del año lectivo 2017./UH