Paraguay cerrará el año con una agenda cultural llena de tradición, música y gastronomía. Este último fin de semana de diciembre se celebrarán cuatro festivales que destacan por su historia, originalidad y capacidad de reunir a la comunidad local e interesar a visitantes de todas partes.

El sábado 28 de diciembre, el Festival del Lago Sirena tendrá lugar en Cerrito, Ñeembucú, a partir de las 20:00 horas. Este evento, que inició en 2009, es reconocido por su único «escenario flotante» en el país, donde los artistas se presentan mientras el público disfruta desde la playa. Con una combinación de música folclórica, danzas tradicionales y la participación de agrupaciones internacionales, el festival logró convertirse en un ícono de la región, salvo en 2015, cuando una inundación impidió su realización.

En paralelo, Coronel Bogado, Itapúa, será escenario del Festival Nacional del Chipá, que también comenzará a las 20:00 horas en el Club Defensores. Este festival, nacido en los años 80, tiene más de 30 ediciones dedicadas a resaltar el chipá, símbolo culinario de la ciudad. Además de música folclórica, los visitantes podrán degustar las mejores preparaciones de este tradicional alimento en el stand de la Asociación de Chiperos de Coronel Bogado.

Más temprano, en Santa Rosa de Lima, Misiones, se llevará a cabo el Festival de la Chastaka Roseña, desde las 09:00 horas en la Plaza Mariscal Estigarribia. Este evento busca revalorizar la herencia cultural que combina tradiciones guaraníes y jesuitas. La chastaka, carne secada al sol con aliños naturales, es el plato estrella de esta festividad que incluye actividades culturales en un ambiente que celebra la identidad roseña.

El domingo 29 de diciembre, Nueva Londres, Caaguazú, cerrará la jornada con la Fiesta del Tujú, que iniciará a las 14:00 horas en la Plaza Central. Este evento, que forma parte de las patronales de la localidad, mezcla música, arte y un peculiar homenaje al barro, conocido en guaraní como «tujú». Según las versiones históricas, la tradición nació en los años 70 como una espontánea celebración comunitaria en medio del lodo, y hoy se mantiene como una festividad que combina diversión y tradición.

Estos eventos representan la riqueza cultural de Paraguay, ofreciendo experiencias únicas en cada región. Invitan a locales y turistas a disfrutar de un fin de semana lleno de arte, tradición y gastronomía para despedir el año de la mejor manera.

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