Dos grupos se enfrentan desde hace cinco días en la embajada de Venezuela en Washington. Uno de ellos está a favor de Nicolás Maduro y el otro está conformado por seguidores de Juan Guaidó. Mientras tanto, el Gobierno de Estados Unidos no descarta una intervención militar en el país sudamericano.

El pasado 20 de abril, un grupo de aproximadamente 30 simpatizantes de Nicolás Maduro tomó la embajada de Venezuela en Washington. Según información de medios locales, las puertas fueron abiertas por los mismos funcionarios.

Luego de 10 días, integrantes de la organización Code Pink llegaron hasta la misma sede diplomática y la rodearon. Instalaron campamentos en las afueras para impedir que más seguidores de Maduro entren a las oficinas y también para evitar que ingresen agua y comida a las cerca de siete personas que permanecen dentro.

“Vinimos a protestar por la presencia de personas ajenas a nuestro país, ocupando ilegalmente nuestra embajada”, manifestó a Última Hora Roberto Naser, de la organización. Sostienen que quienes están dentro ni siquiera son de nacionalidad venezolana.

Aseguró que los activistas que quedaron fuera del recinto intentan provocarlos con violencia, pero aseguró que resistirán con la protesta pacífica hasta lograr que todos salgan de la oficina.

“La gente allá (en Venezuela) tiene también el deseo de liberarse de una tiranía terrible que ha llevado a un país tan próspero y rico a uno de los peores del continente y el mundo”, expresó Naser, justificando así que desde Estados Unidos también les toca apoyar a sus connacionales.

“Estamos viviendo penurias gracias a un régimen al que no le importan los que piensan distinto a ellos. Eso no es democracia, eso es dictadura”, sentenció.

Mientras tanto, la tensión en el país caribeño continúa, tras el sorpresivo levantamiento que se generó días atrás en Caracas, y que ya dejó cinco fallecidos, incluidos dos adolescentes.

En la mañana de este viernes, el secretario en funciones de Defensa de Estados Unidos, Patrick Shanahan, recibió en el Pentágono al secretario de Exteriores, Mike Pompeo, y al asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, para hablar sobre la situación en Venezuela, informó EFE.

Los tres funcionarios estudiaron opciones militares ante la tensión en aumento que se vive en Venezuela. La cartera de Defensa estadounidense no descarta una posible intervención militar, pero, por el momento, la postura de Estados Unidos se mantiene en abogar por un espacio de diálogo y una transición pacífica y democrática.

Desde hace semanas, Washington viene instando al Ejército venezolano a que le dé la espalda al presidente Maduro y a que se sume al alzamiento puesto en marcha el pasado martes de madrugada por el líder opositor Juan Guaidó. // UltimaHora