Controlaba las 24 horas del día a su expareja con el dispositivo, según la denuncia. Ella se separó de él porque la violentaba mucho.
Una pesadilla vivió una mujer de Ciudad del Este durante varios años con su exesposo, quien aparentemente no aceptaba la ruptura: la controlaba las 24 horas del día con GPS y la perseguía a todas partes. Tras la denuncia, el hombre fue imputado, ayer, por violencia familiar y coacción.
La mujer de profesión odontóloga relató a la fiscal Rocío González que se separó en el 2020 de su expareja, Óscar Genes (47), más conocido como «Orky» en la ciudad, porque la golpeaba mucho. Este año volvió con él por presión de sus hijos, quienes aparentemente eran «manipulados» por su papá.
Apenas pasaron unos meses de convivencia, el imputado volvió a agredir a la mujer, quien huyó de la casa y lo denunció. El mismo acusado aceptó que controlaba a su exesposa con un sistema de GPS con micrófono que instaló en el asiento del consultorio de la mujer. Su idea era escuchar todas sus conversaciones allí para «controlar si no le engañaba».
Según los antecedentes, el primer caso se produjo el 13 de setiembre de 2020, en su vivienda ubicada en el barrio San Juan de Ciudad del Este. En aquella oportunidad, «Orky» llegó al lugar a bordo de su camioneta y quiso llevar a la fuerza a su expareja, pero la misma se negó.
Esta situación enervó al ahora procesado y comenzó a maltratar a la víctima, al igual que a otros familiares, a quienes incluso habría amenazado de muerte.
El 30 de noviembre del 2020, la víctima compareció ante el Ministerio Público y amplió su manifestación, señalando que por la presión de sus hijos decidió regresar con su esposo. Pero el 21 de noviembre sufrió una nueva agresión física de parte del hombre, quien otra vez la amenazó de muerte.
Por este motivo, la mujer huyó de la casa por temor a ser asesinada. La víctima declaró igualmente que en tres oportunidades anteriores fue agredida físicamente por el sujeto.
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