El senador Sergio Godoy considera que Amílcar Fretes fue contratado en su momento en una binacional por el hecho de que su padre es ministro de la Corte Suprema de Justicia.
En la sesión extraordinaria de este jueves, el senador colorado Sergio Goody opinó brevemente sobre lo acontecido con el caso Antonio Fretes, titular con permiso de la Corte Suprema de Justicia, quien avisó que no renunciará, pese a los pedidos.
“Un hijo suyo (Amílcar), que aparte es funcionario de Itaipú, consiguió un contrato porque su papá es ministro de la Corte y recibió este mandato de esta persona que finalmente fue extraditada, lo que claramente constituye un hecho de uso y abuso de la influencia que pudiera tener”, expresó Godoy.
Ya son tres las instancias que toman la iniciativa de solicitar o exhortar a la renuncia de Antonio Fretes. En primer lugar, el pleno de la Corte, donde los propios ministros reunidos en sesión esta semana solicitaron a Fretes que deje el cargo, tomando en cuenta que ellos no tienen la potestad de destituirlo.
Posteriormente, en la Cámara de Diputados tuvo entrada oficial ayer, un proyecto de declaración por el cual se exhorta al señor Antonio Fretes a presentar renuncia. Entre los argumentos figuran los últimos acontecimientos bochornosos que involucran al hijo Amílcar Fretes en una coima de 368.000 dólares por parte del narco Hijazi, a cambio de una “salida jurídica” que impida su extradición a los Estados Unidos.
En la misma línea, en la Cámara de Senadores esta mañana, el legislador Pedro Santa Cruz presentó una propuesta idéntica, la cual evidentemente tampoco tendrá repercusión.
El único poder constitucionalmente facultado a remover a un ministro de la Corte es el Legislativo, a través del juicio político, el cual debe ser impulsado por la Cámara de Diputados, que presenta la acusación y la aprueba y posteriormente pasa a Senadores, para el juzgamiento en sí.
Parlamentarios de la oposición hicieron el intento y presentaron argumentos claros, sin embargo, la iniciativa no prosperó, debido a que las bancadas coloradas, que son mayoría en Cámara Baja, votaron en contra.
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