Marangatu S. A. representante de Stara, conocida empresa del rubro agrícola, vendió una sembradora, luego denunció que «prestó» y nunca la devolvieron. Con ayuda de una fiscal intentaron recuperar a la fuerza.

El hecho ocurrió este 1 de mayo pasado, cuando dos abogados, identificados como Carlos Cáceres Sarubbi y Anivaldo Britez, uno de ellos haciéndose pasar por fiscal, en compañía de dos agentes policiales de la Comisaría 6ta de la ciudad de Presidente Franco, se presentaron a la ciudad de Puerto Adela, Canindeyú, y realizaron 2 allanamientos en forma indebida buscando una sembradora vendida por Marangatu S. A a un colono de nombre Teoclecio Egewarth.

El falso fiscal y los policías ingresaron primeramente a una vivienda particular y luego a una finca rural, exhibiendo un oficio fiscal de búsqueda e incautacion emanada de la unidad fiscal a cargo de la abogada Analia Rodríguez de la ciudad de Presidente Franco, la cual sólo sirve para comunicar a la policía sobre la búsqueda del vehículo y su incautacion en caso de que sea visualizada en la vía pública.

Lo grave del caso es que la empresa había vendido  una sembradora en el año 2017 al denunciado, sin  embargo años después  dicen que «prestaron» la maquinaria y nunca más se  les devolvió, lo cual sería falso, pues la redacción accedió a la copia del contrato, el recibo de pago y la factura de venta emitida por Marangatu S. A.

Lo llamativo es que una empresa afincada en Ciudad del Este, haya denunciado en Presidente Franco un hecho ocurrido en Katuete el 30 de Abril pasado y que en menos de una hora ya se haya conseguido un oficio para hacer el «apriete», lo que pone en serias dudas el actuar de la agente fiscal.

La rápida acción de agentes de la Policía de Puerto Adela impidió que lograrán el objetivo de llevar a la fuerza la maquinaria desde una propiedad privada donde estaba trabajando, pues en forma violenta y amenazante  se habrían presentaron los abogados en compañía de los agentes policiales, funcionarios de la firma y un supuesto fiscal.

Según la denuncia, con amenazas irrumpieron en la propiedad privada, metiendo un tractor y tratando de quitar la maquinaria, lo que no se pudo pues el denunciado llegó al lugar, empezó a filmar y llamó a los policías de la zona. En todo momento, según el denunciante, los intervinientes estaban en conversación con la agente fiscal del caso.

Este tipo de hechos es común últimamente, cuando las empresas venden vehículos a crédito y evitan exigir las deudas en el ámbito civil, sino buscan la “ayuda” de algún fiscal amigo para obtener oficios de este tipo y recuperar de manera ilegal un bien, utilizando la coacción y amenaza.