El comandante de la Policía, comisario Críspulo Sotelo, y comisarios generales hicieron una vaquita para costear los gastos de rehabilitación del joven Richard Pereira, víctima de policías gatillo fácil.

Don Ramón Pereira, padre de la víctima, fue convocado por el alto jefe policial para acudir a una reunión en donde finalmente le entregaron la suma de 20 millones de guaraníes que ya corresponde a la deuda que contrajo el mes pasado en Cerenif, centro en donde recibió atención.

“Nos sacaron un peso muy grande porque nuestra deuda era ese monto y no sabíamos de dónde íbamos a sacar ese monto. Al entregarme la colaboración, me volvieron a reiterar que la institución policial no cuenta con presupuesto para darnos”, recalcó el padre de familia.

Mencionó que comenzarán a realizar actividades benéficas para recaudar y poder pagar la rehabilitación del joven que quedó parapléjico tras un operativo dudoso protagonizado por policías de la Comisaría 4ª Metropolitana.

El afectado dejó de asistir a su terapia de rehabilitación por falta de dinero y tras contraer la deuda abandonaron, lamentó el padre de familia. “De las axilas para abajo, mi hijo no tenía movilidad. Hoy día nosotros nos sorprendemos de su mejoría. Y todo gracias a las terapias y a las ganas que le pone. Lastimosamente, dejamos de seguir con la terapia. El primer mes gastamos G. 40 millones, luego G. 30 millones. Es mucho dinero y nosotros no tenemos”, se lamenta el papá.

Comentó que nuevamente podrán acudir a Cerenif, ya que el monto que ahora necesitan es de 7 millones mensuales, ya que el tratamiento es ambulatorio.

Al principio, los médicos fueron tajantes al señalar que el joven ya no podrá caminar, ya que la bala que acusó en la columna le afectó la motricidad. Tras presentar una mejoría que hasta a ellos les sorprende, señalan que para conocer un mejor diagnóstico deben esperar un año a 18 meses, según don Pereira.

El episodio que marcó para siempre la vida del joven se registró el pasado 13 de agosto, sobre las calles 24 Proyectada y Pa’i Pérez, de Asunción, a pocas cuadras de la casa de la víctima.

El suboficial Johnny Orihuela acompañado por el comisario Jorge Ignacio Zárate Barreto, persiguió y luego disparó al afectado en la zona del cuello.

Ambos fueron imputados y quedaron presos por falsear el informe policial, además de plantar droga y un arma de fuego en poder de Richard que huyó de los agentes a bordo de su vehículo por carecer de documentación./UH