Los casos de ataques, secuestros y asesinatos en los últimos años no dan tregua y afectan especialmente a colonos menonitas asentados en el Norte del país, en la zona de influencia de grupos armados.

Posterior al primer caso de secuestro en Paraguay, de María Edith Bordón de Debernardi en 2001, muchos más se dieron, afectando a personas influyentes o pudientes del país.

No obstante, llama la atención que en los últimos años, en su mayoría, tienen como principal protagonistas a colonos menonitas de la zona Norte del país, principalmente cometidos por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

El 2 de abril del 2014, el joven menonita Arlan Fick, cuando apenas tenía 16 años, fue secuestrado por el EPP en Paso Tuyá, distrito de Azotey, Departamento de Concepción. 267 días después fue liberado, tras el pago de unos USD 500.000 por el rescate.

Al año siguiente, a principios de 2015, el EPP secuestró y luego asesinó a los alemanes Robert Natto (60) , y su esposa Érika Reiser (56), quienes estaban en campaña de vacunación en su estancia ganadera Luisa, junto con dos menores de edad y un fiscalizador del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), cuando fueron llevados. Medios internacionales se hicieron eco del tema.

El 8 de agosto del 2015, el mexicano menonita Abraham Fehr (38), fue secuestrado junto con otros cuatro colonos por el Ejército del Pueblo Paraguayo, y para enero del año 2018, agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) ubicaron una fosa en la que estaba enterrado el cuerpo de Fehr.

Otros colonos menonitas secuestrados fueron Franz Hiebert (32), y Bernard Blatz (22), quienes afortunadamente fueron liberados en febrero de 2018 en el Norte, tras haber sido secuestrados en dos acciones separadas presuntamente también por el EPP.

Fueron hallados en la estancia Luisa, en Concepción, donde fueron secuestrados y asesinados Robert Natto y Érika Reiser.

Hiebert desapareció a finales de agosto de 2017, cuando estaba trabajando con un tractor en la finca San Eduardo, en el Departamento de San Pedro, cuando seis desconocidos con ropas camufladas irrumpieron en la plantación y quemaron un vehículo. Por su parte, Blatz desapareció semanas después, cuando tres desconocidos dispararon con fusiles a la camioneta en la que viajaba para luego llevarlo.

Aparentemente, los familiares de ambos pagaron USD 1.250.000 para la liberación, pero también se cree que se dio gracias a que las comunidades entregaron varias toneladas de alimentos a los miembros de la guerrilla.

Asimismo, en julio de 2016, el EPP secuestró a otro joven menonita llamado Franz Wiebe (18), quien fue liberado 214 días después, en febrero del 2017, después del reparto de alimentos en comunidades pobres.

Desde julio de 2014 y hasta la actualidad, el suboficial de la Policía Edelio Morínigo está en poder del EPP, por cuya libertad se exigió la liberación de los líderes del grupo armado, pero no fue aceptado por las autoridades nacionales.

Y, finalmente, este lunes se dio el secuestro y asesinato de Helmut Ediger, un colono menonita de 74 años que fue llevado junto con dos de sus trabajadores en San Pedro.

Según los datos de las autoridades, el hombre regresó a su estancia cerca del mediodía del lunes, entre las 11:00 y las 12:00, momento en que sucedió el secuestro, para lo cual los delincuentes utilizaron el celular de Ediger para comunicarse con su hijo y solicitar el rescate, que consistió en alrededor de G. 2.000 millones.

Sin embargo, en este caso se descartó que los responsables hayan sido grupos armados que operan en la zona Norte, como el EPP o la Agrupación Campesina Armada-Ejército del Pueblo (ACA-EP), como se manejaba en principio, por la zona de influencia.

Por todo esto, unas 130 familias de colonos menonitas del Departamento de San Pedro adquirieron en enero de 2018 tierras en Boquerón, en el Chaco paraguayo, en busca de tener una vida tranquila y poder trabajar lejos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

En cuanto a los ataques y amenazas que se dan en la zona, en junio de 2013, un representante de la Asociación de Colonias Menonitas del Paraguay (Acomepa), Berthold Penner, señaló: «Siempre hubo extorsión por celular, proveniente de diferentes lugares y no solo del EPP», asegurando que la gente ya aprendió a convivir con el problema, por lo que muchas veces no se denuncia. De acuerdo con los datos, los miembros del EPP constantemente exigen dinero a los ganaderos y colonos.

En octubre de 2012, un productor menonita llamado Jacobo Bergen Giesbrth (42), fue atacado a balazos en el asentamiento Tacuatí Poty, a unos 12 kilómetros del casco urbano del distrito de Tacuatí, zona considerada de dominio del EPP.

El Gobierno paraguayo atribuye al EPP medio centenar de asesinatos, varios secuestros y ataques a comisarías, estancias y otros sitios del Norte del país, entre los departamentos de Concepción, San Pedro y Amambay, fronterizo con Brasil, desde sus inicios, en 2008.

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