La escribana Myriam Villamayor aclara que no es la persona encargada de una supuesta donación de medicamentos. Una persona que le robó el celular manipuló la información y utilizó su contacto, haciendole pasar un muy mal momento.
El pasado martes, alrededor de las 13:00, la señora Myriam Villamayor se encontraba en el Instituto de Previsión Social (IPS) acompañando a su marido, quien estaba internado en estado crítico.
En medio del trajín de realizar trámites hospitalarios, ella dejó su teléfono cargando batería al cuidado de otra persona, pero al regresar ya no encontró el celular.
Momentos antes, ella había recibido y reenviado un mensaje en cadena, que ofrecía medicamentos gratuitos. Ella, de buena fe, reenvió el mensaje a grupos de Whatsapp sin confirmar la veracidad de la información.
Luego del robo de su celular, y como no tuvo tiempo de bloquear la línea hasta las 21:00, pudo constatar que el teléfono seguía encendido y en funcionamiento.
Cuando, finalmente, recuperó el chip y pudo acceder a un nuevo teléfono, comenzaron a llegarle cientos de mensajes solicitándole el medicamento mencionado en aquel mensaje en cadena que ella había enviado.
Inclusive le reenviaron el mismo mensaje, pero manipulado, en que decía que en caso de cualquier consulta sobre la donación, se comunicaran “con Myriam Villamayor”, es decir, con ella.
Así fue que la escribana pudo comprobar que la persona que le hurtó el celular fue quien manipuló y difundió el mensaje, haciéndola figurar como “el contacto” para recibir las donaciones.
Myriam pasó por muy mal momento, pues en la noche del viernes su esposo falleció, y en medio de la difícil situación, recibía incesantes llamados de personas interesadas en las supuestas ampollas.
Es por eso que, a través de nuestro diario, la escribana aclara que no es la donadora de ningún tipo de medicamento, pues el mensaje difundido en cadena resultó ser falso, y solicita encarecidamente que dejen de llamarla y enviarle mensajes de texto, así como a través de la aplicación Whatsapp.
Fuente ABC color.
