Encuentro violento de dos o más cuerpos, de las cuales al menos uno esta en movimiento, esto es básicamente la definición de colisión o choque en términos más comunes, ahora el porque de este título.
¿Porque seguir hablando de muertes en circunstancias violentas en las rutas? es que las mismas no paran y en algunos casos no podemos llamarlos accidentes. Cuando de por medio esta la imprudencia en la conducción, el adelantamiento indebido, el alcohol u otras detonantes ya no podemos regularlo de esa manera, aunque en el Informe Policíal o en el expediente se siga caratulando como tal, en estas últimas semanas ya nos pasamos de la raya.
Los desenlaces fatales en «supuestos accidentes», se convirtieron en la constante de la información, toda la concienciación, educación víal, toda la saliva que nos gastamos en el micrófono resultaron insuficientes.
La alta velocidad en el manejo de los rodados y motocicletas también encienden la mecha del dolor instalados hoy en el seno de la sociedad, el Dengue, el Sida y el Cáncer pierden por lejos ante este flagelo que despierta el efímero y estéril sentimiento de lástima; mira un poco dirán algunos, que lástima murió un joven en un accidente rutero, aichinjaranga dirá otro…
De la legislación ni siquiera quiero hablar, ya gastamos demasiada tinta con eso, más quien pone el cascabel al gato, quien aparte de ver las estadísticas reales y toma en serio esto de los fallecimientos por choques, cuántas víctimas fatales más tendremos o lo tomaremos cómo algo normal… oikontevaera voi…
Por lo menos desde aquí no nos resignamos a ver morir a tanta gente sin por lo menos pegar el grito a ver si en el desierto nos oye alguien y atiende nuestras súplicas, mientras tanto tendré que atender que alguien no venga a colisionar con mi vehículo así que les dejo con la lectura!!!