"La casa del terror" lugar donde fue hallado Cecilia Cubas. Foto: Última Hora.

«La casa del terror» forma parte del recuerdo de todo un país desde hace 12 años, cuando se confirmó la peor noticia, el cuerpo hallado en una fosa ubicada en una vivienda de Ñemby pertenecía a Cecilia Cubas, quien fue secuestrada seis meses antes. Años después, se confirmó que la mujer fue enterrada viva.

La mañana del 16 de febrero del 2005, la familia Cubas y el resto del país —que rezaba por la liberación de Cecilia— recibió la noticia de que un cuerpo fue encontrado en una casa ubicada en Las Palmas 342, en el barrio Mbocayaty de Ñemby.

Al final de la tarde se confirmaba que se trataba de la joven que fue secuestrada el 21 de setiembre del 2004.

El cuerpo estaba enterrado en un pozo que se encontraba en una de las habitaciones de la vivienda, conocida luego como «la casa del terror». Los restos mostraban signos evidentes de maltrato y unos años después se pudo confirmar que la víctima fue enterrada viva.

Cecilia Cubas, la hija del ex presidente Raúl Cubas, tenía 31 años cuando fue tomada en cautiverio por un grupo armado, cuando retornaba a su casa a bordo de su camioneta, una Nissan Patrol. La joven estaba a metros de su domicilio, en el barrio Laguna Grande de Fernando de la Mora, cuando ocurrió lo inesperado.

La Policía contabilizó unos 26 disparos al rodado de la joven y un testigo habló de que cinco hombres armados fueron los responsables de interceptar el vehículo y llevarse a la empresaria. Un automóvil de la marca Wolsvagen, tipo Santana, de color azul, fue utilizado para el efecto, según publica el portal Última Hora digital.

El contacto de los secuestradores se produjo esa misma tarde y fue una voz masculina la que confirmaba que la hija del matrimonio Cubas Gusinky estaba secuestrada.

El dolor de todo un país

La noticia de que la hija de un ex presidente de la República fue secuestrada y el evidente dolor de la familia reflejado a través de los medios de comunicación movilizaron a todo el país. Para muchos, no solo secuestraron a la hija de una pareja, sino a la hija de todo un país.

Cadenas de oraciones, manifestaciones y vigilias formaban parte del pedido de toda la ciudadanía: «Liberen a Cecilia». Todos aguardaban por la liberación de la joven.

La agónica espera de la familia se acrecentó luego de que el 13 de noviembre de 2004 se realizó el primer y único pago de rescate, unos 800.000 dólares, según los Cubas. Pasaban los días y no se concretaba la liberación, la incertidumbre reinaba y los secuestradores ya no se comunicaron.

La casa del terror

Las Palmas 342, en el barrio Mbocayaty de Ñemby, fue el sitio donde el miércoles 16 de febrero del 2005 se produjo un operativo liderado por la fiscala Sandra Quiñónez, quien ya fue apartada del caso en ese entonces.

Los intervinientes no buscaban a Cecilia cuando llegaron hasta el sitio. El objetivo era identificar el sitio donde se filmó una simulación de secuestro, que aparecía en un video encontrado tras la detención de Alcides Oviedo y Carmen Villalba, en San Lorenzo.

Un piso de cemento fue lo que llamó la atención de los intervinientes, que de a poco hilaban la posibilidad de lo inesperado. El sitio estaba abandonado y sin signos evidentes de que ese sea el lugar donde tenían a Cecilia, según relataron entonces.

Aunque la sospecha era que ahí se podrían ocultar armas, al empezar a romper el piso se pudieron divisar indicios de que se trataba de un cuerpo. ¿Era Cecilia?, fue la primera pregunta que muchos se hicieron.

Los medios de comunicación se hicieron eco del hallazgo y rápidamente llegaron hasta el sitio los familiares, quienes rodeados de vecinos y con la presencia del entonces presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, iniciaron una agónica vigilia que acabó con la peor noticia. El médico forense confirmó que se trataba de Cecilia Cubas Gusinky, el cuerpo llevaba unos 60 días de muerte.

El dolor se apoderó de todos los que rezaban por la joven secuestrada, todo el país quedó enmudecido con el triste final. Pocos meses después, en «La casa del terror», los vecinos construyeron un nicho en honor a Cecilia, al cual muchos atribuyen milagros.

Condenas

Aunque 20 personas fueron condenadas a 35 años de prisión por la muerte de Cecilia, los principales sospechosos de ser autores materiales del hecho, Manuel Cristaldo Mieres, Osvaldo Villalba, Magna Meza y Óscar Benítez, forman parte de los 9 prófugos.

Varios implicados en el secuestro operan actualmente como miembros del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que opera en el Norte del país cometiendo secuestros y extorsiones alegando la defensa de los más necesitados.