Para el psicólogo Iván López, el comportamiento que tuvo el adolescente implicado en el crimen de María Fernanda Benítez coincide con una conducta psicópata. La comunicación entre los adolescentes y sus padres es fundamental para facilitar el adecuado desarrollo socioemocional de los jóvenes y evitar una tragedia como la ocurrida en Coronel Oviedo, según el especialista.

“Realmente me parece preocupante el actuar de este chico si realmente ocurrió, porque no podemos hablar en términos definitivos. Entonces, presuponiendo que lo que se dice es real, estamos hablando probablemente de una persona que tiene rasgos de psicopatía, porque aparentemente no presenta culpa, no presenta vergüenza, pudor. Son características de una estructura mental psicopática”, señaló a La Nación/Nación Media.

Dijo que como “la fruta no cae muy lejos del árbol”, se debería observar también el tipo de familia del presunto feminicida. “Habría que ver la manera en que fue criado, el nivel de violencia que se manejaba en esa familia. Porque por lo general, la gente que tiene rasgos de psicopatía está justamente rodeada de mucha violencia y ciertos tipos de abuso, desde la infancia”, puntualizó.

El psicoterapeuta indicó que de confirmarse la autoría del crimen, efectivamente se estaría hablando de una persona con rasgos de psicopatía.

“A mí me preocupa que cada vez más se va repitiendo en esta población. O sea, quiere decir que algo nos ocurre como sociedad, estamos propulsando justamente la violencia. El hecho de ser demasiados reactivos es una característica del adolescente, pero no todos los adolescentes terminan matando y enterrándole a la pareja”, subrayó.

López habló de la necesidad de tomar medidas efectivas para evitar que se repita este tipo de situaciones, tanto en el núcleo familiar como a instancias del Estado.

“Tendríamos que ver la forma de generar espacios de comunicación con esta población desde casa. Eso es ineludible, el hecho de que en casa mamá y papá tienen que hacerse de tiempo, porque todo el mundo está como que acelerado por el trabajo. Y el adolescente no es un niño que necesita la atención constante, pero necesita el monitoreo”, significó.

Así también, cuestionó las falencias en materia de contención y soporte psicológico tanto en la red asistencial pública como en instituciones educativas.

“En cuanto al Estado o Gobierno, evidentemente contamos con una nula política de salud mental, no existe la cantidad de psicólogas en los puestos de salud. No existe en los colegios como tienen que existir, no existe en los hospitales públicos. O sea, estamos aplazados en salud mental. Y estos son signos o síntomas de cómo estamos funcionando a nivel de salud mental como sociedad”, remarcó.

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