El coronel Héctor Grau Foto: Carlos Benítez.

Tras el último fracaso de detener a miembros del EPP, el mandatario resolvió realizar una nueva movida en la fuerza operativa del Norte. Ayer volvió a cambiar a un comandante de la FTC, el séptimo hasta ahora.

 

 

En la víspera el presidente Horacio Cartes nombró a su séptimo comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FCT), removiendo a Julio Brugada Brizuela y nombrando al coronel Héctor Grau Domínguez.

El cambio se da luego de la filtración del infructuoso operativo del 14 y 15 de mayo pasado donde los militares identificaron a una columna del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) sin llegar a ella en Concepción.

Los nulos resultados de la FTC también preocupan a los ganaderos y productores. Beltrán Macchi, de Feprinco, señaló a ÚH la semana pasada que el Norte está estancado en su desarrollo a raíz del EPP. Asimismo, el gobernador de Concepción, Luis Urbieta, señaló que los militares necesitan más eficacia.

DURACIÓN. Con el ascenso de Grau ya suman siete comandantes en tres años y nueve meses, todos uniformados de las Fuerzas Armadas. En paralelo unas 14 personas fueron víctimas de secuestro en los departamentos militarizados del Norte; de los cuales tres siguen en situación de cautiverio.

El primer comandante de la FTC fue Mario Restituto González, quien duró 11 meses en el cargo. El segundo fue Ramón Benítez Amarilla, quien desmembró la Agrupación Campesina Armada (ACA) y fue sacado por el presidente luego de exigir inversión en tecnología, durando 10 meses.

El tercero fue Raúl Salinas Alonso, quien tras siete meses fue cambiado para que asuma Martín Carlos Cáceres Ríos, quien duró ocho meses.

José Ramón Alvarenga Jara fue el quinto comandante. Y el que más poco tiempo estuvo a la cabeza de la FTC con dos meses fue el destituido ayer, Julio Brugada Brizuela.

PLAGIOS. Bajo el mando de cada comandante anterior a Grau hubo al menos una víctima de secuestro. La mayoría de los plagios fueron cometidos por el EPP, uno por la ACA, uno por el Ejército del Mariscal López (EML) y otros cinco por bandas comunes.

VÍCTIMAS. Desde abril del 2014 a marzo del 2017, un total de 14 personas fueron secuestradas, de los cuales dos fueron ejecutadas en pleno plagio como fue el caso del 28 de enero del 2015 cuando una columna del EPP asesinó a los alemanes Robert y Ericka Natto.

Tres víctimas de plagio hubo con González como comandante, el caso de los Natto con Benítez, otros dos con Salinas, tres con Cáceres, tres con Alvarenga y uno con Brugada.

Un caso muy particular se da con el secuestro del policía Edelio Morínigo, quien está secuestrado desde que asumió el primer comandante de FTC.

En los casos de secuestros realizados por el EPP o la ACA, en ningún caso se logró un rescate, sino una liberación previo pago o acuerdo. En los casos de bandas comunes tampoco hubo rescate, pero se forzó a la liberación de la víctima tras el movimiento de las fuerzas públicas.

Inmenso gasto público, nulo resultado y triple ataque

El gasto de la FTC no es transparente, ya que no tiene un rubro específico en el PGN, pero según un informe del Senado en el 2014 y 2015 costó cerca de USD 35 millones al año, lo que deja una estimación de que hasta ahora el costo fue de unos USD 130 millones.

Desde que está la FTC aumentaron los secuestros en la zona Norte, y no solo del EPP, sino que de otras bandas tipo guerrilla que surgieron y otros de delincuentes comunes. Si bien la FTC aniquiló a la ACA, grupo armado que cometió un plagio, no logró acercase al EPP (siete víctimas) ni al EML (una víctima).

Además, en periodo de la Fuerza Conjunta el EPP ya asesinó a 31 civiles en el Norte, y a pesar de tener 1.200 personas las fuerzas públicas sufrieron un total de 21 bajas. /ÚH.