La abue es fanática de Cerro Porteño y le encanta la polka «kyre’y». Utiliza la música como terapia para suavizar la enfermedad.

Con una sonrisa pícara y con alma de niña, doña Noemí Daiub, de 85 años, canta dulces guaranias y polcas “kyre’y”, sentada en su sofá preferido y luchando contra los recuerdos olvidados.

Le diagnosticaron alzhéimer hace 5 años. Su hijo, el ingeniero José Alberto Salinas, hace de todo para mantener la memoria de su querida madre.

Luego de una compleja operación, la abuelita empezó a tener problemas para recordar, pero don José no se dio por vencido y aplicó una terapia bien purete para suavizar la enfermedad, que según él, le funciona bastante bien.

A través de los bailes y al son de su música preferida, la polca de Cerro Porteño, la abue se mueve suavemente y vuelve a sentir que la vida es hermosa.

“Ay che memby, mi corazón late cada vez más fuerte”, le suele decir a su hijo, mientras cierra los ojos y lanza suspiros. Así es feliz y recuerda algunas cosas.

Salinas contó que mediante el canto, baile y una partida de Escoba de 15, su madre suele recordar cosas, como cuando dio un discurso hace 68 años atrás, y cuando fue electa reina del club 8 de diciembre de su ciudad natal, Caacupé.

José Alberto dijo a EXTRA que su mamá es una mujer muy amada por sus hijos y su comunidad, y que daría lo que sea por verla sana.

Mensajes de aliento

Mencionó que sus cuentas de facebook y YouTube explotan cada vez que sube videos donde se pone a cantar o a bailar con su mami.

También recibe mensajes de aliento de personas de distintos países, de hijos que tienen padres con la misma condición, felicitándolo por su hermosa acción de amor.

En el 2018 consultaron 158 paciente

sEn Paraguay no hay registros neurológicos sobre la cantidad de personas que padecen de alzhéimer, pero según las estadísticas del Ministerio de Salud, 158 pacientes consultaron en el 2018.

El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, que va borrando los recuerdos de las personas que la padecen, incluso, no llegan a conocer a ningún miembro de su familia, cuando la enfermedad está muy avanzada. Es una demencia senil.// Extra