Una joven de 20 años perteneciente a la parcialidad indígena Mbya Guaraní fue hallada muerta con múltiples heridas de arma blanca en una plantación del distrito de Abaí, departamento de Caazapá. Las autoridades manejan la hipótesis de un feminicidio y el principal sospechoso es su pareja, un suboficial de la Policía Nacional, actualmente prófugo.
La víctima fue identificada como Celina Martínez Ojeda, quien residía en la colonia Yguazú, en el departamento de Alto Paraná. Su cuerpo sin vida fue encontrado en una plantación de milleto, a unos 800 metros del camino que une las colonias Amambay e Irún, en el distrito de Abaí. El hallazgo fue confirmado por agentes de la Comisaría 26ª de la colonia Tarumá.
El cadáver presentaba un corte profundo a la altura del cuello y varias heridas en el pecho y abdomen. A corta distancia del cuerpo fue encontrado un cuchillo de mesa de marca Tramontina, presumiblemente utilizado en el crimen.
El sospechoso es un policía con antecedentes
El principal sospechoso es Ever Mendoza Giménez (25), suboficial ayudante de la Policía Nacional y pareja de la víctima. Según datos oficiales, el agente ya contaba con antecedentes por violencia familiar en 2023, incluyendo una orden de alejamiento, prohibición de portar armas y consumir alcohol.
El propio Mendoza Giménez notificó a la comisaría mediante un audio de WhatsApp sobre el hallazgo del cadáver. Sin embargo, tras el aviso, su teléfono celular quedó apagado y no volvió a responder llamadas. Desde entonces, se encuentra con paradero desconocido.
El crimen ocurrió tras salir juntos al amanecer
Según el testimonio del padre del uniformado, Rubén Mendoza, cacique segundo de la parcialidad Mbya Guaraní, ambos salieron de la vivienda en la comunidad Cesina alrededor de las 04:00 de la madrugada del lunes. La joven se dirigía a tomar un ómnibus con destino a Coronel Oviedo. Cuatro horas después, Mendoza Giménez comunicó el hallazgo del cuerpo, pero luego desapareció sin dejar rastro.
Al lugar del crimen acudieron los asistentes fiscales Cristian Aquino y José Cárdenas, junto con la médica forense Dina Ibarra y agentes de Criminalística e Investigaciones de la Policía de Caazapá. El informe forense reveló que la causa probable de muerte fue shock hipovolémico provocado por heridas de arma blanca.