El presidente Jair Bolsonaro afirmó el martes que las medidas adoptadas por gobernadores brasileños en la lucha contra el nuevo coronavirus están marcadas por «cierta histeria» perjudicial para la economía. Al mismo tiempo indicó que realizará una «fiestita» de cumpleaños.
«La economía estaba yendo bien, pero ese virus trajo cierta histeria. Hay algunos gobernadores que, a mi entender, y puedo estar equivocado, están tomando medidas que van a perjudicar mucho nuestra economía», dijo Bolsonaro en una entrevista con Radio Tupi, de Rio de Janeiro.
Además dijo que el fin de semana hará una «fiestita» de cumpleaños. «Cumplo 65 dentro de unos días. Vamos a tener una fiestita tradicional, porque yo cumplo el 21 y mi esposa el 22. Son dos días de fiesta aquí», anunció.
El estado de Rio y la ciudad de Sao Paulo, donde este martes se anunció la primera muerte debido a la pandemia, decretaron el estado de emergencia para contener la propagación del covid-19, restringiendo los servicios comerciales y el uso de los transportes públicos.
Brasil tiene algo más de 200 casos de coronavirus, pero las autoridades prevén una intensificación de la pandemia en las próximas semanas.
El presidente de ultraderecha ya había calificado de «histéricas» las respuestas globales a la pandemia y el domingo salió a palmear y sacarse selfies con decenas de partidarios, pese a que varios miembros de la delegación que lo acompañó a Estados Unidos del 7 al 10 de marzo fueron diagnosticados positivos.
El ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, le había recomendado el aislamiento, en espera de concluir los tres tests previstos. El primero dio negativo y el segundo le fue realizado este martes.
La complicidad expresada por Bolsonaro con los manifestantes que el domingo salieron a las calles para criticar al Congreso y a la corte suprema acentuó el malestar de muchos de sus aliados conservadores que apoyaron su elección en 2018.
La diputada de la asamblea regional de Sao Paulo Janaina Paschoal, una de las autoras del pedido de impeachment que derivó en la destitución en 2016 de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, pidió el lunes que Bolsonaro renuncie y deje el cargo al vicepresidente Hamilton Mourao.
La actitud de Bolsonaro el domingo «es un crimen contra la salud pública. Ese señor tiene que salir de la Presidencia de la República (…) dejar que Mourao conduzca al país (…). Las autoridades tienen que unirse para apartarlo del poder», declaró Paschoal.
Fuente; El Mundo